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En estos momentos de achicamiento y desvalorización del Estado, la escuela surge como ese lugar que siempre está, y pareciera alejada de todas esas disputas políticas y de intereses partidarios, acomodándose entre todos los vaivenes, “la imagen del vaivén, de lo desordenado, de lo que se interrumpió, de lo que continuó, entre el ir y el volver a las escuelas”(Carlos Skliar, 2023,”El Vaivén de las escuelas”). Y ahí estamos los Trabajadores Sociales, entre crisis, catástrofes, cambios de políticas educativas, ausencias o carencias de políticas públicas, con recursos, sin recursos… etc., más allá de poner en discusión, si está bien o mal acostumbrarnos a los que nos toca, es como transitamos las escuelas desde nuestro puesto de trabajo. Esto es solo una interpretación de la realidad que vivimos como trabajadores sociales, en lo cotidiano en la escuela pública, experiencia recogida a través de los años.
A esta escuela siempre presente como institución, se suma el contexto de nuestros estudiantes, muchos en situación de altísima vulnerabilidad, donde impedir la discontinuidad o desvinculación escolar de estos chicos y chicas que viven en condiciones de extremas y, que, por esta situación no cuentan con las mismas herramientas que tienen otros chicos de su edad, es el gran desafío.
Muchos de ellos trabajan, duermen donde pueden, comen si hay algo, participan de conflictos y hechos delictivos, vienen a menudo situaciones de violencia y carencias de todo tipo. Con esta realidad en sus espaldas, viven los alumnos de nuestras escuelas, con trayectorias escolares (Terigi 2009) sumamente discontinuas y con desvinculaciones reiteradas. Son chicos y chicas que corren en desventaja si hablamos de acceso a derechos.
Cuando un niño, niña y adolescente vive este tipo de situación de extrema vulnerabilidad, la escuela no es la opción natural. ¿Qué espacio tiene la escuela tradicional para estos chicos? ¿Qué podemos aportar desde nuestra especificidad profesional que dialoga entre la teoría y la práctica? Y mucho más aún, nuestra experiencia en la intervención ligada a la vida cotidiana de la población como escenario privilegiado de actuación”. (Rev. Katalysis- Dic. 2006. Naturaleza y especificidad del TS).
Trabajar la alfabetización de quienes están fuera del sistema implica un trabajo claramente inclusivo. Pensar y repensar proyectos para preparar a estos chicos que llegan a la escuela con serias dificultades de alfabetización siempre estuvo en nuestro ideario. Acompañar estas trayectorias desde una cercanía concreta y real.
Se trata en su gran mayoría de chicos que no tienen problemas cognitivos, sino que les falta la rutina escolar, les faltan oportunidades, a diferencia de otros chicos de su edad, les falta el adulto que acompañe, prepare, sostenga y dé importancia a “ir a la escuela”.
Partiendo de esta realidad, que es la de muchos de los chicos y chicas de nuestras escuelas, de todos los niveles, el trabajo articulado es garantizado y puesto en práctica desde las acciones del Trabajador social, logrando resultados que refuercen la capacidad de las familias y la comunidad en autocuidado y acompañamiento. Surge de este trabajo una alternativa ineludible para la re vinculación educativa. ¿Se puede pensar la escuela sin articulación con las organizaciones barriales donde circulan nuestros estudiantes?
Repensar y revalorizar la educación formal en convivencia con las formas comunitarias de acompañamiento a las trayectorias educativas, sería garantizar la educación en los momentos de abandono del estado a los sectores más vulnerables. En lo cotidiano de la escuela, los referentes barriales son aquellos que transitan las escuelas, en muchos casos como los adultos responsables de nuestros estudiantes. Es con ellos que hacemos acuerdos, establecemos alianzas y gestionamos las mejores estrategias de acompañamiento a las trayectorias educativas.
Las condiciones de contexto de vulnerabilidad social en la cual están sumidas las familias, hacen que esta alternativa sea favorecedora, con acciones que tiendan a ir en forma paulatina generando crecimiento y autonomía en ellos.
De la experiencia de trabajo histórica entre la escuela y las organizaciones sociales, surge una propuesta desde el Sistema Educativo de la Provincia de Buenos Aires.
El Programa para la Promoción y el Fortalecimiento de Centros Socioeducativos y Comunitarios en Barrios Populares parte del reconocimiento de las experiencias educativas en los barrios populares de la Provincia de Buenos Aires.
Entre las líneas de acción más importantes del Programa se encuentran la alfabetización; la revinculación de quienes por diferentes motivos se han desvinculado de la escuela o presentan trayectorias escolares discontinuas; y el fortalecimiento de las trayectorias educativas..
Los espacios cuentan con un equipo interdisciplinario conformado por docentes, talleristas, profesionales sociocomunitarios y un/a coordinador/a, que realizan tareas de intensificación de la enseñanza y alfabetización. La labor se articula con instituciones educativas, organizaciones sociales y gobiernos locales.
Además, las acciones pedagógicas cuentan con ejes de trabajo transversales de acceso a las tecnologías; educación sexual integral (ESI); y educación ambiental, en pos de promover la integración escuelas-familias-comunidad y la convivencia en el barrio y la comunidad.
Programa para la Promoción y el Fortalecimiento de Centros Socioeducativos y Comunitarios en Barrios Populares, creado por Resolución 1743/22- tiene como objetivo profundizar las políticas socioeducativas con enfoque de derechos y criterio de justicia social para la revinculación de quienes por diferentes motivos se han desvinculado de la escuela o presentan trayectorias escolares discontinuas de mayores condiciones para la enseñanza y los aprendizajes” Plan de trabajo DPS, 2022-2023.
En el contexto actual, con el desafío de trabajar por la inclusión, revinculación y fortalecimiento de las trayectorias educativas, la permanencia con aprendizajes y egreso de los distintos niveles y modalidades, resulta fundamental potenciar las políticas socioeducativas.
Mesas de Coordinación Educativa Comunitaria: estas Mesas deberán constituirse como espacios de encuentro entre los equipos directivos de las instituciones educativas, los equipos de orientación escolar y los/as Coordinadores/as de los Centros, de tal modo que permitan acordar las estrategias de acompañamiento y seguimiento de las trayectorias educativas de cada uno/a de las/os niñas/os, adolescentes y/o jóvenes. El objetivo de estas Mesas es la construcción de proyectos compartidos que hagan posible el diálogo permanente entre las instituciones educativas y los Centros, así como la elaboración conjunta de estrategias contextualizadas para la inclusión y revinculación educativa.
Autora:
Silvina Rodríguez Lic en Trabajo Social, docente Prácticas Preprofesionales Nivel 1, Trabajo Social UNAJ