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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

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INTRODUCCIÓN

Pensar los desafíos que interpelan la intervención del Trabajo Social en el campo de la salud, no es una tarea sencilla ni lineal en ninguna circunstancias, tampoco ahora.

En este artículo intentaré acercar reflexiones que permitan generar interrogantes e interpelar a la creatividad en el saber hacer en salud. Puntualizando algunas cuestiones que considero relevantes a la hora de trabajar en el campo de la salud y muy particularmente si se trata de la labor de les Trabajadores Sociales.

La primera es desde qué perspectiva teórico-metodológica y conceptualización de salud trabajamos. Es decir, que ideas sustentan nuestro trabajo en el campo de la salud y con qué criterios y valores las llevamos adelante.

La otra cuestión es tener siempre presente el marco político, económico y social del momento histórico determinado del sistema de salud en que estamos trabajando. Es decir, no perder de vista el diseño y la orientación de las políticas sociales y particularmente de salud. Que, como es sabido, dependen y responden a los lineamientos asumido por un gobierno específico en un momento dado.

Otro aspecto, no menos importante, es el conocimiento del territorio y su construcción sociocultural, la territorialidad. Es decir, el espacio social, compartido y disputado y creado colectivamente donde transcurre la vida de las personas, no solamente con las dimensiones del espacio geográfico sino considerando todo lo que allí sucede, las múltiples relaciones que se entraman entre instituciones, personas y colectivos para el cuidado de la salud. El espacio construido colectivamente con aquello que lo hace singular y específico. (López, S. y col., 2023).

EL SENTIDO DE CONOCER Y SABER PARA HACER

El contexto en las políticas de salud

No me explayaré en lo que ya conocemos de la organización del sistema de salud Argentino, solamente mencionaré los principales aspectos de su complejidad. Está conformado por tres subsectores (Público, Obras Sociales y Privado) y se caracteriza por su fragmentación y segmentación prestacional y financiera y por su heterogeneidad de actores y jurisdicciones. Con pretensión de universalidad alcanza la cobertura para todos los habitantes, no sin disputas y conflictos como consecuencia de la multiplicidad de relaciones de poder e intereses económicos y sectoriales en juego.

Considero relevante interrogarnos sobre las orientaciones o marcos que tienen los planes, programas o instituciones donde realizamos las intervenciones. ¿Dónde se pone énfasis y qué se prioriza?, ¿Cuáles son los lineamientos de las políticas de salud en el momento y lugar concreto en que estamos trabajando?

Las respuestas a estos interrogantes son importantes porque nos permiten, por un lado tener más claro la orientación del marco general en que se mueve la política y por el otro, evaluar las expectativas y posibilidades en nuestro trabajo cotidiano. Conocer, si los lineamientos de las políticas son incluyentes o excluyentes de derechos y cuidado de la salud, si la participación del Estado es activa o brilla por su ausencia, si el protagonismo del mercado es o no un ordenador de las prioridades de la atención a la enfermedad, etc., etc., nos prepara para el hacer. Cabe aclarar que el conocimiento per se, sin confrontación con la realidad y la praxis situada no amerita el menor de los esfuerzos.

Los diseños y los discursos que promueven tanto las políticas neoliberales basadas en el mercado como las políticas inclusivas y estatales son fácilmente reconocibles, aunque como sostiene Laurell para transformar y resistir el discurso hegemónico es necesario “poner de cabeza” a las premisas de las políticas dominantes. (Laurell,  2010 p.86)

La perspectiva de salud

La perspectiva y conceptualización sobre salud-enfermedad que tenemos y ejercemos es relevante para el hacer y para los resultados que obtengamos de nuestras prácticas.

Si partimos de una perspectiva individualista y de resolución por el sólo esfuerzo personal, probablemente el trabajo del Trabajador Social se remita únicamente a dar las indicaciones técnicas-administrativas que a su vez resolverá cada persona independientemente de su situación económico-social.

En sentido contrario, si partimos de considerar que las condiciones materiales de vida de la población son claves para entender el Proceso Salud-Enfermedad- Atención- Cuidado (PSEAC) de los grupos humanos, enfatizaremos en el contexto, lo colectivo, la complejidad y el entramado de relaciones presente en la comunidad donde nos desempeñamos. En esta perspectiva, que sostiene la Medicina Social y Salud Colectiva Latinoamericana1, la salud no puede ser entendida por fuera de los procesos sociales y culturales en contextos históricos determinados, sino en lugares concretos y atravesados por multiplicidad de situaciones, factores, y condiciones interrelacionados sinérgicamente, es decir por determinaciones sociales que se manifiestas en las formas de vivir, enfermar, sanar y morir de los grupos y/o comunidades. (López Arellano,2013)

De este modo, las formas que los grupos humanos enfrentan y resuelven sus malestares y dolencias también adquieren respuestas específicas en los modos de cuidar, entendiendo al cuidado como eje central de la salud integral individual y colectiva.

La Salud Integral: Cuidado y Territorialidad

EL PSEAC remite a lo colectivo, a lo situado, a lo territorial en un contexto histórico determinado. De este modo y desde una perspectiva de salud integral las prácticas de cuidado son mucho más que el sistema de atención a la enfermedad encarnado por el sistema de salud, también transcurren en el territorio expresados en las organizaciones allí presentes, en lugares comunitarios como Merenderos, Comedores, Centros Culturales, Organizaciones Barriales, entre otros.

En el territorio el cuidado es construido por prácticas solidarias y colectivas, que adquieren una especificidad dada por la construcción sociocultural en ese espacio geográfico, la territorialidad. Esa especificidad que asume ese espacio es el gran desafío a la hora de la intervención profesional, por eso es relevante conocer y dimensionar todos los aspectos de la territorialidad, desde cómo se manifiesta lo cultural, lo político hasta que entramados de poder subyacen en la convivencia.

DESAFIOS ACTUALES DE LA SALUD INTEGRAL

Hoy en Argentina, con el gobierno de Milei, asistimos al abandono de las políticas sociales con una crueldad sin precedentes en la historia de nuestro país. No sorprende, se busca la minimización al máximo posible del Estado y se promueve al mercado y el esfuerzo individual como pilares fundamentales para la resolución de todas las necesidades de la vida cotidiana.

El rápido deterioro de las condiciones de vida de miles y miles de argentinos no parece ser visto con preocupación por esta administración de este gobierno, que considera al Estado como el peor enemigo de los Argentines. Pero más perverso es que frente al hambre y el despojo cobre fuerza la idea, cada vez más naturalizada, que la salida a las dificultades es individual y por mérito personal.

Este pensamiento asesta un fuerte golpe a todas las formas de acción y luchas colectivas. Intentan desvalorizar la Solidaridad, la Justicia Social, los Derechos Humanos y el Derecho a la Vida Digna.

Frente a esto, ¿Qué hacer?

El desafío no es solamente trabajar en relación con las problemáticas sociales de salud, parafraseando a Milei, con o sin dinero, con o sin leyes que otorgan y sostienen los derechos sociales que supimos conseguir, sino volver a reivindicar los pilares que sostienen la vida en comunidad y la integración social. Es necesario repensar y crear nuevas formas de hacer, acompañadas de herramientas, actuales, reconocidas y aceptadas con llegada a todes. Sin olvidar, el expertis en la palabra que tiene el/la Trabajador/a Social, además del respeto y el acompañamiento en cualquiera de las formas de presencia que se signifique estar.

FINAL ABIERTO

Entonces, qué hacer cuando la política social que asume el Estado queda reducida a su máxima expresión, la exclusión social se profundiza, la convivencia social corre peligro, los territorios se vuelven violentos, se deteriora la construcción del sentido de la territorialidad y otros actores ocuparán el lugar que deja el Estado -caldo de cultivo para la proliferación de diferentes organizaciones mafiosas.

En ese contexto de desamparo sin orientación hacia la integración social y comunitaria, el hacer del/la Trabajor/a Social probablemente solamente sea el voluntariado bien intencionado, el gran desafío para debería ser, aun remando contra la corriente que se avecina, trabajar para incluir. Nunca tan acertadas la palabras de Débora Ferrandini Trabajar en salud en un contexto global de exclusión significa, básicamente, trabajar para incluir, es decir, trabajar en la construcción de ciudadanía, lo que implica construir y defender la conciencia del derecho a la salud, a la vez que construir, defender y vigilar las condiciones para el ejercicio efectivo de ese derecho.” (Ferrandini, D.2017)

1 Para ampliar sobre esta corriente de pensamiento véase a los diferentes textos de: Asa Cristina Laurell, Jaime Breilh, Mario testa, Alicia Stolkiner, Edmundo Granda, María Isabel Rodríguez, Saúl Franco, entre otros.

 

AUTORA:

Esp. Susan López

Especialista en Ciencias Sociales en Salud, y en Ciencias Políticas. Docente e Investigadora del IETSyS de la FTS. UNLP.

BIBLIOGRAFIA

Ferrandini, Débora (2017) Trabajar en Atención Primaria de la Salud. En: Capacita Salud. Febrero de 2017. Disponible en www.capacitasalud.com

Chairo, L; Giussi, J (2017) Territorio, cuidado y producción de salud: claves de lectura para la accesibilidad en materia de derechos. Ponencia en: 6to Congreso Internacional de Investigación. Facultad de Psicología, UNLP. ISBN 978-950-34-1601-3

Laurell, C.(2010) Revisando las políticas y discursos en salud en América Latina. En: Medicina Social V.5.(1) disponible en https://www.medicinasocial.info/index.php/medicinasocial/article

López Arellano, O. (2013) Determinación social de la salud. Desafíos y agendas posibles. En: Divulgaçao em saude para debate. Nº 49:150-156. Rio de Janeiro. Brasil

López, S. (2016) De que hablamos cuando decimos Medicina Social-Salud Colectiva Cap.1. En Libro de Cátedra Problematizando la Salud. EDULP. Disponible en : http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/57874

López, S.; Contreras, M.; Di Giamberardino, D. y Stegmayer, C. (2023) Aportes de la Epidemiología Sociocultural en Salud para la Gestión Comunitaria del Riesgo. Capítulo en: Gestión Comunitaria del Riesgo: intervenciones situadas, diálogos disciplinares y producción de saberes de la Tecnicatura en Gestión Comunitaria del Riesgo de la Facultad de Trabajo Social. SEDICI.EDULP. En prensa.

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