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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.

Estas experiencias son pensadas para ser llevadas a adelante por el campo popular en diferentes distritos de la provincia de Buenos Aires, durante los meses de octubre y noviembre de 2020.

Introducción

Durante el mes de Diciembre de 2020 tuvimos la posibilidad de dirigir La Revista Pueblo, esta vino a poner en escena, en otros ámbitos, a la voz del campo nacional y popular. El mundo entero venía atravesando un momento inédito para la humanidad: la pandemia por COVID-19 que asoló y asola los rincones más populosos de nuestro planeta a la par que los espacios rurales y menos poblados. La propagación de un virus cuya mutación era desconocida, letal para ciertas poblaciones y compleja de afrontar sanitariamente, saturó inicialmente los sistemas de salud en diversos países del mundo, y generó un nivel de mortandad comparable al de las guerras.

La respuesta necesaria en la mayoría de las naciones fue y es el aislamiento poblacional a través de la imposición de cuarentenas que restringieran la circulación de personas en las ciudades para que, así, se redujera la circulación del virus. Todxs extrañamos los afectos, relacionarnos con otrxs, movilizarnos, compartir un buen asado o unas verduras a la parrilla, un vino o fernet o gaseosa, un mate o lo que dé. Sin dudas, la pandemia mundial generó muchas pérdidas humanas, económicas, ocupacionales, afectivas, informativas, de posibilidades, asimetrías, desigualdades, ruptura. Este camino lo debemos transitar entre todxs, avanzando, parando, retrocediendo, reflexionando, aprendiendo y mejorando.

El N° 8 de la revista Pueblo propuso, a pesar de las adversidades, seguir soñando con utopías realizables, recreando herramientas para compartir con nuestro Pueblo. Es así que, a partir de un trabajo conjunto con las asignaturas Elementos de la Educación Popular para el Trabajo Comunitario (UNAJ) y Educación Popular y Comunicación Popular (UNQ), con nuestrxs estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social y la Diplomatura en Ciencias Sociales desarrollamos la fundamentación, el diseño y la validación de variadas dinámicas de grupo pensando en la animación de procesos de Educación Popular, para ser implementadas a distancia, a través de la red. Las llamamos, en virtud del enfoque que las fundamenta, por el modo en que las construimos y por la finalidad de sus implementaciones, Dinámicas Pedagógicas Freireanas – en red.

Reconocen así, con este nombre, el legado del proyecto educativo que desde Simón Rodríguez hasta nuestros días recorre las prácticas más comprometidas con nuestro Pueblo, y que Paulo Freire sistematizó y consolidó como campo disciplinar en sus trabajos y en sus escritos, fundamentalmente a partir de la Pedagogía del Oprimido (1970).

Toma las reflexiones más actuales que, aceptando el desafío de Freire cuando pidió «no me sigan, reinvéntenme!», educadores y educadoras construyen como fruto de sus praxis: en este caso los aportes de Ivanio e Ivo Dickmann, centralmente en el texto “Didáctica Freireana: reinventando a Paulo Freire» y en conversaciones posteriores.

Finalmente, pone en escena nuevamente un elemento clásico en los espacios de educación popular: el uso de lo lúdico, lo corporal, lo comunitario y lo expresivo-creativo para generar participación y reflexión grupal. Se ha intentado hacer un fuerte énfasis en la mirada político-pedagógica de sus implementaciones; atendiendo a las tentaciones de caer en «dinamiquerismos» o «diversionismos», y pensando siempre en los contextos y las coyunturas, en los procesos educativos-organizativos, en los objetivos de los trayectos y en la comprensión dialéctica de la tarea.

Las Dinámicas Pedagógicas Freireanas fueron un aporte para lxs educadorxs populares para trabajar en red, y se convierten de esta manera en nuestro inédito viable, aquel que resulta del proceso pedagógico previo a la acción. Este inédito viable anuncia lo que falta, materializando esa utopía de todxs, única, con igualdad y libertad para soñar un futuro mejor.

Nos resulta imprescindible afirmar que nuestra concepción sobre la educación apunta a la producción conjunta de conocimientos, siempre novedosos, construidos desde experiencias particulares y lugares sociales específicos, presentando siempre un carácter político orientado a la acción. Y como dice el “Pepe” Múgica “…si tuviste un sueño y peleaste por una esperanza, e intentaste transmitir a los que quedan, tal vez quede un pequeño aliento rodando en las colinas, en los mares…».

En cada una de las notas que se presentaron en ese número, encontraron un arduo trabajo realizado de forma colaborativa y colectiva para poner a disposición del campo nacional y popular herramientas que permitan abordar diferentes temáticas, en el marco de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. De todas maneras, al igual que todxs, ansiamos poder volver a construir conocimientos colectivamente en nuestras barriadas, mate por medio. Ese es el lugar donde los saberes se construyen y se materializan para seguir soñando con una Patria Libre, Justa y Soberana.

Desarrollo

¿Por qué se juega? ¿Por qué las culturas proponen juegos?

La cultura popular es una forma de domiciliarnos en el mundo, dirá Rodolfo Kusch. Domiciliarnos en el mundo es domiciliarnos en un suelo, en una cultura. Suelo y cultura que nos procura desde el pan hasta los dioses.

En esas culturas el juego siempre ha tenido muchísimos sentidos: el encuentro, la expresión, el festejo, el exorcismo, la invocación… y tantos más. El juego es también la posibilidad de aprendizaje, comprometiendo otros espacios del cuerpo que no son sólo – generalmente – la cabeza. El juego, entonces, es educativo. Y aquí hay que agregar algo que sabemos, pero que no sobra recordar: todo acto educativo es un acto político.

En este sentido, nuestro acto lúdico educativo – pero también los juegos lo son – es un acto político. Tiene intencionalidades, propuestas, miradas en su construcción que deben ser explicitadas.

Por eso siempre, en la práctica de la Educación Popular, resulta absolutamente necesario fundamentar el perfil lúdico de las propuestas -en este caso, las dinámicas- ya que debemos dar cuenta no sólo del sentido educativo que tiene la acción pensada sino, fundamentalmente, del sentido político de la tarea.

Los componentes de la situación educativa

La situación educativa no es cualquier situación”, dice Paulo Freire en El Grito Manso. No toda situación es una situación educativa; y las dinámicas que aquí desarrollamos están pensadas para una situación educativa.

Una situación educativa, dice Paulo Freire, está compuesta por

  • la presencia de un sujeto, el educador o la educadora;

  • la presencia de los educandos, las educandas;

  • se desarrolla en un espacio pedagógico – en nuestro caso, las redes -;

  • tiene un tiempo pedagógico.

Estos componentes están presentes, conceptualizados y explicitados en las propuestas de cada dinámica: se trata de dinámicas propuestas teniendo como sujetos educativos a ciertxs educandxs; por ciertxs educadorxs; en un espacio determinado: la red; y en cierto tiempo pedagógico.

Explicar por qué se trata de un sujeto y no de otro, de un espacio y no de otro, de un tiempo y no de otro es un aporte importante realizado en la fundamentación. Ayuda a comprender de mejor manera la propuesta realizada. De todos modos, esa comprensión no pretende ser en ninguno de los casos una limitación. Las dinámicas que se presentan pueden ser llevadas adelante con variadxs participantes, en distintas ocasiones, con tiempos diferentes; y serán bienvenidas todas esas “reinvenciones” a la propuesta. La mejor comprensión de lo elaborado siempre ayuda a la mejor reinterpretación en los escenarios concretos.

Cuatro momentos del trayecto – 10 Pedagogías para la Didáctica Freireana

En el texto de Ivanio e Ivo Dickmann hemos podido reflexionar sobre diez pedagogías freireanas, propuestas a modo instrumental para conceptualizar acciones de nuestra práctica educativa; y cuatro momentos analíticos que podríamos ver en la propuesta en acción. Por un lado esas diez pedagogías conforman un trayecto lineal, con espacios estancos, separados o diferentes. Más bien se asemejan a diez elementos que pueden estar “presentes en el aire”, en la charla, en la dinámica del encuentro. Diez elementos que pueden superponerse, sucederse –en el orden en que aparecen elencados o en otros–, y a veces ausentarse. Por el otro los cuatro momentos propuestos ayudan a dimensionar las partes en que podríamos pensar el desarrollo de un encuentro, o de un trayecto educativo.

No obstante, esos elementos funcionan –arbitrariamente, por cierto, porque son esos y podrían ser otros; ser más, o menos– para la tarea delx educadorx como principios que permiten contextualizar la dinámica para abordar alguna o algunas de esas pedagogías, en momentos determinados.

Las propuestas que acompañamos sugieren cuál/es de esas pedagogías ha sido abordadas en la dinámica, cómo y por qué. La intención es conocer cómo fue pensada inicialmente esa propuesta con mayor claridad, no sólo para facilitar su implementación en los nuevos escenarios en que se la lleve adelante, sino más bien para favorecer el impulso creativo de trabajarla en otros momentos, en otras pedagogías, en diversas maneras que escapan a la escrita.

Vale la pena aclarar algo sobre la propuesta que se está realizando: las Dinámicas Pedagógicas Freireanas no son una mera traslación de dinámicas preexistentes elaboradas para la presencialidad, ahora traducidas a la virtualidad.

No se trata de tomar una dinámica que ya existe y reemplazar el uso del pizarrón o el afiche por la pantalla, con un PowertPoint o un documento de texto, o suplantar una canción por un video. Se trata de recrear, reinventar a la luz de todos los componentes –la cultura popular, la politicidad, las necesidades actuales, la situación pedagógica– nuevas propuestas. Por supuesto que estas propuestas pueden estar influidas o inspiradas por algunas anteriores, pero no son una mera copia y reformulación al entorno de las redes.

La validación de las dinámicas

Los juegos –aún los juegos más populares, aquellos en los que es difícil encontrar una norma escrita– se validan. Validar significa que se prueba, se reflexiona sobre cómo resultó la propuesta, su claridad, la interpretación que lxs participantes tuvieron de la situación, los tiempos pensados, los recursos presentados, los resultados obtenidos… Validar una dinámica es importante, porque siempre es necesario ajustarla, modificarla, alterar alguno de sus componentes para lograr aquello que se esperaba al momento de crearla. Eso es diseñar, poder articular las partes para que el resultado sea el esperado.

Las dinámicas que se presentan a continuación fueron debidamente validadas, y contaron con registros de lo ocurrido para trabajar en su reescritura. En todos los casos, con mayor o menor presencia, esta validación se puede ver en los argumentos de la fundamentación, que dan cuenta no sólo de las intenciones político-pedagógicas de las propuestas sino, además, de su elaboración.

El trabajo puede ser presentado con modalidad Descriptiva (cómo lo pensaron, dónde se realizó, en qué marco teórico se apoyaron) o Explicativa (análisis de la experiencia, interpretación, evaluación del impacto o importancia del trabajo para la comunidad, lectura de la situación institucional) también se espera en la medida de lo posible que se detalle el aporte realizado desde el Trabajo Social.

Conclusión

Queridos educadorxs:

Ningún tiempo ha sido fácil para el campo social, “nadie nos prometió un jardín de rosas”, diría Fito. Más aún, en el contexto actual -pensado y entendido como una especie de hiato o de interrupción abrupta de lo cotidiano- la pandemia se ha prolongado en el tiempo y el espacio más allá de lo imaginable. Sus efectos catastróficos, no sólo en términos de salud física y mortalidad, sino también en áreas de salud mental y economía, con consecuencias sociales, políticas y culturales, han dejado a la humanidad entera en una especie de detención dolorosa. La percepción de lxss educandxs y educadorxs sobre la historia y su biografía ha sido interrumpida. En esta nueva situación el vínculo pedagógico fue tomando otras formas y el escenario virtual pasó a ser el único vehículo de los encuentros educativos. Nada es lo que era, nada será lo que fue.

No obstante, nosotrxs creemos que “volver sobre la práctica” es intentar construir con los conocimientos que tenemos sobre un problema, la manera de enfrentarlo, y la reflexión colectiva sobre la tarea nos devuelve una práctica transformada, más potente. Es por ello, que lxs invitamos a descubrir las Dinámicas Pedagógicas Freireanas que nuestrxs estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y de la Diplomatura en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes desarrollaron para ser utilizadas en la red.

Subrayamos la importancia de la tarea realizada, ya que trata de una provocación epistémico-metodológica para que lxs educadorxs asuman una postura pedagógica liberadora y dinamizadora de los ambientes educativos, tomando esa metodología como referencia para su praxis.

Paulo Freire en Cartas A Quien Pretende Enseñar sostiene que

El aprendizaje del educador al educar se verifica en la medida en que éste, humilde y abierto, se encuentre permanentemente disponible para repensar lo pensado, para revisar sus posiciones; se percibe en cómo busca involucrarse con la curiosidad del alumno y los diferentes caminos y senderos que ésta lo hace recorrer”.

Este llamado que hacemos a repensar las prácticas de la Educación Popular a la luz de la Didáctica Freirena -aún en momentos de profunda desigualdad de acceso a los recursos digitales, a dispositivos, conexión a internet, saberes específicos para explorarlos- es una convocatoria a implementar y sentir las bases de su método, según el cual todo proceso educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo para de esta manera, llegar a transformarla.

Pero, ¿Cómo llegamos a la praxis?: lejos de querer aplicar las técnicas clásicas de Educación Popular, advertimos que las técnicas no son más que herramientas para facilitar procesos, no valen por sí mismas. Lo que le da sentido es el compromiso político que las inspira, lo que les da coherencia es el sistema metodológico en el cual están enmarcadas. El juego, en ese sentido, representa un gran valor pedagógico para el desarrollo integral de las personas.

Lo principal, lo esencial en esta cruzada de renovación pedagógica, es la ejecución de estas propuestas en diversos espacios sociales y territoriales, en la educación formal, no formal e informal, es decir, el espacio para su desarrollo es la vida cotidiana de los grupos. Entonces, nuestra invitación es a pensar en la ejecución de dinámicas que se adapten sus técnicas al contexto particular, tomando en consideración el sistema político-económico y la ideología dominante, el lenguaje y la cultura popular, como así también las contradicciones y problemáticas específicas del momento que atravesamos.

No basta con conocer la teoría, es necesario hacer del ideal cosa tangible; y para esto necesitamos de educadorxs, de lxs estudiantes, de las organizaciones sociales, políticas y sindicales.

¡Quedan ustedes invitadxs!

Autorxs

Eva Mariel Nuñez (Licenciada en Ciencias de la Educación. Docente Trabajo Social UNAJ)

Facundo Lionel Romero (Licenciado y Profesor en Ciencias de la Educación. Secretario Adjunto de ATUNAJ y Secretario de Juventud de FATUN. Docente Trabajo Social UNAJ)

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