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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

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Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.

Quisiera poder abordar este tema que les presento, lo más claro posible, tomando algunas perspectivas de manera sintética. Las siguientes reflexiones se encuentran en profundidad en la tesina de grado “Un aporte del Trabajo Social a la FP: Trayectorias sociolaborales y educativas en un Centro de formación Profesional/Laboral (CFP / CFL)”, disponible en el repositorio de la biblioteca de la UNAJ.

Con la ley 26.206 la educación pasa a ser un derecho personal y social en todos los niveles y modalidades, además extiende la obligatoriedad al nivel medio y expone las obligaciones del Estado. Otorgando a todxs lxs trabajadores/as de la Educación la responsabilidad sobre el derecho a la educación, al acceso, la permanencia y el egreso, como también la preparación para la inserción laboral en el mundo actual. ¿Pero cómo se desarrolla la educación y el trabajo en la sociedad actual? ¿Cuál es nuestra incumbencia como trabajadores sociales?

Una de las posibilidades para pensar la educación para el trabajo, se encuentra en lo que llamamos Formación Profesional (FP) materializada en Centros de Formación Profesional/Laboral, CFP o CFL, instituciones que tienen por objeto la formación sociolaboral para el trabajo, dirigida tanto a la adquisición como a la mejora de cualificaciones de trabajadores/as, permitiendo compatibilizar la promoción social, profesional y personal, con las necesidades productivas de la economía nacional, regional y local. Rubén Lucero (2021) nos facilita un análisis de las transformaciones institucionales pero también económicas y sociolaborales que construyeron a estas escuelas. Así como por las diferentes perspectivas con las que nos encontramos con el vínculo entre Educación y Trabajo.

Frente a estas perspectivas y transformaciones es necesario preguntarnos ¿quiénes son los estudiantes que asisten a estas escuelas públicas? Personas mayores de 16 años (inclusive), en busca de la obtención, calificación o certificación de un oficio, Pero ¿Cómo se construyeron sus trayectorias estudiantiles, Y sus recorridos laborales?

Por un lado, estos estudiantes son personas que por algún motivo, en algún momento de sus vidas, tuvieron vulnerado el derecho a la educación. A esta hipótesis, Villa (2020) agrega que los sistemas escolares reproducen las desigualdades, y además culpan a los sujetos por el resultado de la escolaridad. Baquero (2002) nos aporta la categoría de educabilidad, donde a partir del imaginario “Éxitos y Fracasos” el estudiantado forma una construcción subjetiva sobre sí, sobre su poder ser y hacer. Así las desigualdades que reproduce el sistema hacen que algunos sectores puedan transcurrir por el mismo sin problemas, y otros que estén destinados a fracasar.

Por otro lado, podemos decir que las juventudes y adulteces que recurren a la FP, se encuentran en un entramado social complejo. Las políticas neoliberales han construido una fuerte cultura laboral y de mercado, profundizando en la especulación financiera. Las consecuencias como el aumento de la pobreza, la exclusión social, la aceptación de condiciones laborales deplorables; deterioraron la calidad de vida de la clase trabajadora. Sumado a la desarticulación y debilitamiento del movimiento obrero, las posibilidades para (re)pensar un futuro posible con necesidades básicas satisfechas, se vuelve inimaginable y desesperanzador.

La flexibilización laboral, el desempleo, el subempleo y la precariedad laboral; excluyen y/o desafilian a ciertos sectores de instituciones sociales como la escuela, la salud y el trabajo. La segmentación escolar y del mercado de trabajo, se consolidan como factores de producción de desigualdades. Donde según el origen socioeconómico será el tipo de educación y empleo que las personas puedan acceder. (Villa, 2020)

Quizá lxs lectores/as no conocían que eran los CFP/CFL y eso es porque hay un gran desconocimiento de esta herramienta escolar, así como también sobre quienes transitan estas instituciones. La escuela de oficios representa la posibilidad de finalizar un trayecto corto, por un aprendizaje basado en la práctica, aumentando las posibilidades laborales, también los espacios de sociabilización y el fortalecimiento de los lazos sociales, de y para la comunidad, extendiendo su accionar sobre las familias y la comunidad. (Mealla, 2011)

La escuela de oficios permite que a medida que se incorpore el oficio, se puedan finalizar trayectos de escolaridad primaria o media. Gracias a la articulación que puede o no tener el CFP/CFL, y esto es porque cada centro funciona de manera autorreferencial (Millenaar, 2014) lo que quiere decir, que según la cultura institucional y generalmente por su tipología (Centros “puros o conveniados”) la escuela de oficios va a poder extender su accionar o no. Lo cual desde el trabajo social nos puede alertar, porque ¿en qué lugar quedan los derechos de las personas? ¿Qué sociedad construimos desde estas escuelas? ¿Qué tipo de relaciones económicas reconocemos y aceptamos? ¿Qué tipo de educación para el trabajo construimos? desde la competitividad o en pos de promover derechos.

Soñar con aquello que corre los límites, aquí y ahora, con memoria y voluntad.

Ustedes se preguntaran que tiene que ver el trabajo social en este entramado si no hay cargos institucionales que nos permitan abordar esta complejidad. Pero es aquí donde hay que atreverse a soñar más allá de lo establecido. Porque no hay impedimentos normativos para ello, inclusive en la Ley de Educación Nacional, art.8 se expresa que la Educación brindará las oportunidades para la formación integral a lo largo de la vida, promoviendo la conformación de un proyecto de vida.

Además, en la ley 13.688 art. 43, se anuncia como objetivos y funciones la conformación del EOE en todos los establecimientos educativos, a los efectos de intervenir en la atención de problemáticas sociales, institucionales y pedagógico didácticas que involucren alumnos/as y grupos de todos los niveles y modalidades del sistema educativo provincial.

Entonces ¿Podrían desarrollarse los EOE en la modalidad de Adultos? ¿Y en los Centros de Formación Profesional? Luego de tantos avances y retrocesos ¿cómo volver a poner en disputa la calidad educativa y la inclusión laboral? ¿Cómo aportar al vínculo entre la educación y el trabajo?

Volviendo a la incumbencia del trabajo social, nuestra profesión inicialmente irrumpe en la educación para la orientación profesional /vocacional, desde la Dirección de Psicología Educacional y Orientación Profesional, en 1948, en un contexto de expansión del mercado interno, industrialización reciente y regulación estatal. (Himm, 2013) Si esta fue una tarea inicial, ¿Qué función podría tener en la actualidad?

Grassi (1998) plantea al Trabajo como el medio de integración legítima en las sociedades modernas. Agrega que como consecuencia de la pérdida de este, se generan “efectos disciplinadores” que limitan la capacidad de disposición y autovaloración de la fuerza de trabajo, provocando desorganización de la vida social, institucional y hasta psíquica. Varios problemas de salud, quedando la vida a la deriva, como la identidad y el sentido de pertenencia.

Carballeda (2007) agrega que el neoliberalismo en nuestra sociedad implica un golpe a la subjetividad, a través de la lógica de mercado donde la exclusión aumenta. No solo afecta a los excluidos sino a la sociedad en general. La tensión entre exclusión e inclusión se manifiesta fuertemente en el mundo del trabajo, así como en la vida cotidiana, en forma de incertidumbre.

De aquí que me animo a preguntar por esos ámbitos donde el trabajo social no ha llegado, es necesario eliminar las barreras que impiden el acceso a la educación y al trabajo, con una potente e inclusiva acción estatal que lleve al reconocimiento y al acompañamiento de todas las trayectorias. Si el trabajo es un elemento fundamental para la sociedad, la educación para el trabajo también se convierte en un eje vertebrador para la ciudadanía.

En esta cuestión social ¿Cómo el trabajo social puede aportar? Y al mismo tiempo ¿cómo puede el trabajo social, llegar a esos espacios donde la restitución y fortalecimientos de derechos no se encuentran institucionalizados? ¿Por qué no poder aplicar herramientas de articulación entre los distintos niveles y modalidades, aunar los esfuerzos que realizan los diferentes actores de la educación y el trabajo, en una herramienta que permita conocer y abordar las problemáticas que se presentan en los CFP/L?.

Quizá un equipo de orientación escolar con una particularidad referida al mercado laboral y a las relaciones de explotación, desde una educación para el trabajo que no replique la lógica competitiva. ¿Podría institucionalizarse esto mediante Equipos de Orientación Sociolaboral (EOS)? ¿El EOS podría reemplazar el funcionamiento “autoreferencial”? para que garantizar derechos sea un acto educativo y no un hecho de beneficencia ¿Podría ser el EOS una política social que necesita la escuela de adultos, y en especial los CFP/L? ¿Podría esta herramienta retribuir la deuda que posee el sistema educativo con las juventudes y adulteces?

Autora: Nayla Sosa: Lic. En Trabajo Social UNAJ – Trabajadora de un CFP y militante del Movimiento Mayo UNAJ.

Bibliografía:

Baquero, Ricardo, (2000), “Lo habitual del fracaso y el fracaso de lo habitual”. En Fernando Avendaño y Norberto Boggino (comps.), La escuela por dentro y el aprendizaje escolar. Rosario: Homo Sapiens

Carballeda A. (2007). Cap.2: Crisis, nuevos escenarios e intervención en los social. En: La intervención en lo social. Exclusión e integración en los nuevos escenarios sociales. Paidós. Buenos Aires.

Estela Grassi (1998). Políticas sociales, necesidades y la gestión del trabajo como capacidad creadora del sujeto humano. En “Empleo y Globalización. La nueva cuestión social en Argentina”. Págs.: 375 – 411. UNQUI. Buenos Aires.

Himm Adriana (2013). Cap. 3: El contexto institucional del Trabajo social en educación: La dirección de Psicología. En “El quehacer de los trabajadores sociales en educación. Del control de ausentismo a la inclusión educativa”. UNLP. Buenos Aires.

Lucero, Rubén (2021). El Vínculo Educación-Trabajo: Un recorrido sobre la transformación de la estructura productiva argentina. 1a edición: Aulas y andamios. Buenos Aires.

Mealla Eloy (2011). Para entrar de pie en el mundo del trabajo: El taller San Jose. Ed. Icrj La crujía. Buenos Aires.

Millenaar, Verónica (2014). ¿Capacitar para la competitividad o promover los derechos? Retóricas de la formación profesional desde un análisis de género. Propuesta Educativa, (41), 99-108. [Fecha de Consulta 11 de Mayo de 2021]. ISSN:. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=403041712011

Villa, Alicia (2020). Educación de Adultxs para romper desigualdades. Entrevista en Revista737: Territorio de libertad. [Fecha de Consulta 23 de Mayo de 2021]. Disponible en: https://revista.suteba.org.ar/2020/07/13/educacion-de-adultos-para-romper-desigualdades/. Fecha de visita al sitio 25/5/2021

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