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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

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11 de julio de 2023

  1. Antecedente Histórico 

La salud como Derecho tiene sus raíces en la Medicina Social con el movimiento generado en Europa a mediados del siglo XIX por Rudolf Vichow y Jules Guerin 

Otro antecedente importante es el Informe Dawson, realizado en 1920 en Inglaterra, que plantea la integración de la medicina preventiva y curativa, y el desarrollo de una red de efectores de salud que desarrollan sus servicios en un territorio determinado. Este informe instala el concepto de nivel primario de atención llevado adelante por médicos generales y otros profesionales y el nivel secundario llevado adelante por especialistas que brindan atención a pacientes que son derivados del primer nivel 

Ya en el siglo XX, la Medicina Social surge como experiencias concretas para la Atención Primaria de la Salud (APS) en todo el mundo. 

 

Conferencia de Alma Ata. (Antigua unión de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviética, hoy ciudad de Astana) año 1978 

Esta conferencia, convocada por la OMS y UNICEF, tuvo trascendencia mundial. Esta conferencia sesionó bajo el lema “SALUD PARA TODOS EN EL AÑO 2000”. 

Argentina participó de esta Conferencia a pesar de estar bajo gobernada por la Dictadura Militar 

En la conferencia que duró 6 días y tuvo como objetivo disminuir la brecha que existía entre países más ricos y países pobres. 

En Argentina los antecedentes de la APS están ligados a la gestión que llevó adelante, el entonces Ministro de Salud del primer gobierno del presidente Juan Domingo Perón, Dr. Ramón Carrillo, médico Sanitarista, que cambió el paradigma de la Salud en el país. 

Su pensamiento sanitario se basó en la concepción de la Medicina Social y de la salud como Derecho que debe garantizar el Estado. 

“No puede haber política sanitaria sin política Social” 

Su discípulo el Dr. Floreal Ferrara, Ministro de Salud, desde 1987 hasta 1988, durante la gestión de la gobernación del Dr. Antonio Cafiero, en la Provincia de Buenos Aires, llevó adelante una experiencia en APS que hizo historia en el país: ATAMDOS (Atención

Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud). Consistía en equipos interdisciplinarios conformados por profesionales de medicina, enfermería, salud mental y trabajo social. 

Estos trabajadores, percibían un sueldo igual al que percibía el Dr. Ferrara como Ministro, y tenía como condición que la dedicación era exclusiva, por lo que tenían bloqueados sus títulos, no pudiendo tener otro trabajo. Esto no era menor porque la valoración al trabajo llevado adelante por el equipo redunda en la dedicación y excelencia en la atención de pacientes y comunidad. 

Esta estrategia consistía en abordar las problemáticas sanitarias desde los equipos, junto a la participación de la comunidad. Pero esta participación no era formal o sobre llevar adelante acciones que “otros” decidían. La comunidad era PROTAGONISTA de su destino dado que participaban en la toma de decisiones. 

La Participación Popular y el Protagonismo de la comunidad, que era llevada a cabo a través de asambleas barriales dentro de las instalaciones de las Unidades Sanitarias, tuvo grandes complicaciones debido a que ponía en juego el poder entre la Comunidad (en la toma de decisiones ) y las autoridades municipales quienes en muchos caso no acordaban con esta Política Sanitaria. 

Con la llegada al gobierno del Dr. Carlos Saúl Menem y el Dr. Eduardo Duhalde como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, esta estrategia, a lo largo de su mandato, fue desmantelada sobreviviendo solo algunas experiencias donde existían acuerdos con el poder político local. 

Los Centros de Salud llevaban adelante las acciones de: diagnóstico y tratamiento de pacientes, promoción de la salud y prevención de la enfermedad, atención domiciliaria. rehabilitación, atención continuada y urgente, vigilancia epidemiológica, docencia e investigación, gestión (funcionamiento interno y soporte). 

 

  1. Redes 

El espacio de mayor inserción comunitaria e interacción con la dinámica social del sector salud es el que queda definido como primer nivel de atención y la orientación de políticas sanitarias que lleva a priorizar este nivel se conoce como atención primaria de la salud 

¿Qué aportes conceptuales brinda la teoría de redes para redimensionar los conceptos de comunidad y participación comunitaria en salud/salud mental? ¿Cómo se incorpora la lógica de redes en prácticas de promoción de salud/salud mental centradas en la participación comunitaria? ¿Cómo es entendida la idea de comunidad en prácticas de promoción de

salud/salud mental comunitaria articuladas en red? Nuestro objetivo aquí es revisar algunos de los principales aportes conceptuales que, desde la teoría de redes, permitan redimensionar la participación comunitaria en salud, e indagar las lógicas en que son entendidas la comunidad y la participación comunitaria en una práctica concreta de APS integral con enfoque en salud mental articulada en red.las redes en salud desde el lenguaje de los vínculos; redes sería un concepto vincular, donde se conectan o vinculan personas. La unidad de una red sería la unidad de vínculo, en tanto que la unidad básica de vínculo es la relación entre sujetos. El término sistema de salud resulta homogeneizador; redes, en cambio, asume la heterogeneidad y permite imaginar heterogeneidades organizadas. Las redes de organización comunitaria serían un entramado de relaciones que mantiene un flujo y reflujo constante de informaciones y mediaciones organizadas y establecidas en pro de un fin común: el desarrollo, fortalecimiento y alcance de metas específicas de una comunidad en un contexto particular. Lo constitutivo de las redes de organización comunitaria sería la relación en la que se encuentran personas unidas por un interés o valor, proporcionando apoyo social a quienes intervienen en ellas; suponen una cierta comunidad de creencias o de valores, que constituyen su elemento aglutinador. Se basan en la información y el conocimiento compartidos. Son ámbitos de participación, a la cual promueven y canalizan, y una de sus funciones es movilizar a la comunidad, incorporándose a la solución de conflictos. Desde esta perspectiva, las redes comunitarias no involucran necesariamente a todos los miembros de una comunidad. La organización comunitaria refiere al proceso que desarrolla un grupo de personas involucradas en el trabajo con una comunidad, para distribuirse las actividades, delegar las responsabilidades, comprometerse con las normas del grupo y sistematizar, de alguna manera, los datos y las informaciones producidos en la tarea, a fin de lograr metas de interés para la comunidad que conduzcan a una mejor calidad de vida.En este sentido, el actor social, que puede tratarse de una persona o de un colectivo, es el que modifica el entorno material y sobre todo social en el que está colocado al transformar la división del trabajo, los modos de decisión, las relaciones de dominación y las orientaciones culturales.Se podría pensar que estos referentes participan de la red a partir de la defensa de una forma de trabajo integral que no encuentran en sus instituciones de origen. 

La particularidad que presenta dicha red es que su trabajo concreto de promoción de salud se centra en la realización de eventos que despliegan actividades de arte, creatividad y juego en el espacio callejero como estrategia de participación en salud. La red pretende funcionar desde una lógica integral y horizontal, mostrando una preocupación permanente por generar participación de la comunidad y vincularse a las necesidades del barrio y al proceso colectivo de salud-enfermedad-cuidado. 

El plan provincial integral de salud mental -hacia un sistema solidario e integral de salud- Consolidar un sistema de salud mental con base en las comunidades,  implica una reformulación del sistema de salud y la consolidación de una red de dispositivos entramados bajo la lógica de un sistema que se organice para los cuidados y la continuidad de cuidados y con ello revierta la fragmentación como uno de los mayores problemas de nuestro sistema de salud. Por otra parte, requiere la creación y consolidación de un sistema alternativo a las lógicas hospital céntricas como única alternativa para la atención de la salud. Este sistema precisa una política clara y decidida de transformación de los hospitales neuropsiquiátricos, una reorganización y redefinición de las prácticas de los equipos de salud de los distintos componentes del sistema para el nuevo modelo que contemple las

tramas comunitarias así como los distintos saberes construidos y, finalmente, un modelo de atención que tenga como centro las necesidades de las personas con padecimiento mental y/o consumos problemáticos para que sean atendidas en el seno de sus propias comunidades, desarrollando alternativas a las hospitalizaciones. Esto implica avanzar en la consolidación de una red provincial de salud mental y consumos problemáticos, que contenga el trabajo con hospitales generales, centros de día comunitarios, centros provinciales de atención, unidades residenciales con distintos niveles de apoyo, y todos aquellos ámbitos locales que propendan a la inclusión social de las personas con padecimientos en salud mental. Implementación y fortalecimiento de dispositivos flexibles y participativos abiertos a la comunidad en la red provincial de atención, que se desarrollen en clave de inclusión social y salud integral, al tiempo que contribuyan a romper con el estigma asociado a las personas con padecimientos en salud mental y consumos problemáticos. Conformación de equipos interdisciplinarios de enlace comunitario a nivel regional que favorezcan el trabajo entre los distintos efectores de la red provincial de salud mental y consumos problemáticos para garantizar la continuidad de cuidados en los procesos de atención. Creación de mesas locales que permitan la vinculación de los dispositivos de la red provincial de salud mental y consumos problemáticos 

 

  1. Plan provincial de Salud (Melisa) 

“Suele afirmarse que el nivel de democratización de una sociedad se mide por la forma en que trata a las mujeres, a los niños, a los locos y a los diversos en general. Si nos guiamos por este termómetro, nuestra sociedad ha profundizado su democracia y a la vez, queda mucho por hacer”. Stolkiner. 2015 

 

¿De dónde venimos? 

En este recorrido, retomamos a Ramón Carrillo, porque fue quien planteó en términos históricos, la necesidad de un sistema de salud integrado, organizado y regionalizado. Sin embargo, observando los últimos períodos podemos ver hasta 2019 un fuerte deterioro de los sistemas de salud, y salud mental, enmarcado en políticas neoliberales de achicamiento del rol social del Estado. 

Esta fragmentación, la vemos en general en las políticas públicas, en las políticas sociales, y también en las políticas sanitarias. “Invertir en salud” desde esa lógica liberal, implicó su mercantilización, y fragmentación. 

Por ello, para nosotras, es preciso comprender la política pública en términos generales como expresión de diversos modelos y proyectos de Estado, que se encuentran siempre en

disputa, reproducen distintas formas de comprender la salud y lo público, entre muchas otras cuestiones, y sus avances, en tanto conquistas, nunca están garantizados. 

 

¿Qué implica un Plan Quinquenal en Salud? 

El Plan Quinquenal propone la conformación de la Red Bonaerense de Atención Integral y Cuidados de la Salud, es un espacio para que se desarrollen todas las políticas, prácticas, consultas y procedimientos necesarios en articulación con establecimientos públicos de las distintas jurisdicciones. Además, busca igualar las instituciones en todo el territorio, ofrecer atención integral independientemente de la cobertura y fortalecer las prestaciones municipales.Tiene como objetivo fortalecer la integración del sistema sanitario para garantizar la equidad en la atención y el acceso a prestaciones de calidad para les bonaerenses. 

 

No hay salud, sin salud mental 

La pandemia nos desafió a reconocer lo necesario de las políticas sanitarias, entendidas en términos federales, para la vida misma de la población. También, a reconocer la importancia de la defensa de la salud pública de modo colectivo. 

Así como no podemos comprender la salud, en términos binarios respecto a la enfermedad, tampoco podemos escindir sus relaciones con otras áreas de la vida social. Las formas de padecimiento mental, comprendidas desde su determinación social, obstaculizan la vida de los sujetos y su aporte a una sociedad inclusiva. Las personas con problemáticas de salud mental y consumos problemáticos han sido históricamente, y siguen siendo en la actualidad, objeto de estigma y discriminación, hechos que vulneran sus derechos y se tornan en barrera para su atención en salud. Respecto a ello, en el nuevo Plan de Salud Mental 2022 -2027, “tenemos claro el rol rector del Ministerio de Salud para dar respuesta de manera integral a las problemáticas de salud mental y también comprendemos que la integración buscada en nuestro sistema requiere de la participación y del compromiso solidario de diferentes sectores y actores” (PSM.2022). Entre las dimensiones a fortalecer, se encuentra: la integración entre niveles de atención, transformada en una red de cuidados progresivos, con base en las comunidades, capaz de articular y construir redes en salud, con criterios de integración, colaboración y coordinación de acciones. 

Una fuerte apuesta por la desmanicomialización, viene dando sus frutos en la provincia. Aunque tenemos en claro que la lógica manicomial no se termina al derribar los manicomios, sino que está presente en muchas prácticas profesionales a transformar. Tienen que ver también con el rol en el que se comprende al sujeto, con los objetivos

mismos de las intervenciones, y el marco ético político en el que se incluyen. Pero, esos avances se van evidenciando en la construcción de lógicas de intervención distintas, que van creando estrategias locales diversificadas y comprendidas situacionalmente, y en las mismas, nuestro rol como profesionales del trabajo social es clave para aportar al fortalecimiento del sistema. 

Esas políticas a veces, incluyen su inclusión en casas de camino, alquileres compartidos y el fomento de redes vinculares de los externados con el territorio, entre otras propuestas que incluyen también la incorporación y formación de profesionales desde este marco de trabajo instalado por la Ley provincial 26.657. 

Consideramos que el derecho a la salud, al interior de los derechos humanos, tenemos que garantizar de forma corresponsable, ya que constituir políticas de Estado como ésta, implica también, defenderlas colectivamente. 

 

AUTORAS: Quevedo Susana, Gallardo Marisa y Alvarez Melisa

 

Bibliografía: 

– Programa de atención ambulatoria y domiciliaria de la salud. (ATAMDOS).Provincia de Buenos Aires. 

– Plan quinquenal de salud. Provincia de Buenos Aires. 

– Plan provincial integral de salud mental (2022). Hacia un sistema solidario e integrado de salud 2022 – 2027. 

– Rovere, Mario (1999) “Redes de Salud. Un nuevo paradigma para el abordaje de las organizaciones y la comunidad”. Ed. Secretaría de Salud Pública/AMR. Instituto Lazarte (reimpresión). 

– Stolkiner, Alicia “¿Qué hacer en salud? Fundamentos políticos para la soberanía sanitaria” Comp. y Edición Leonel Tesler, Ed Colihue, Buenos Aires , 2015, 57-70, ISBN 978-978-684-306-5. 

– Andina L y Doval K. (2018) Atención Primaria de la Salud ¿Meta o Mito? Ediciones CCC, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos www.centrocultural.coop 

– Apráez Ippolito, G. (2010) La medicina social y las experiencias de atención primaria de salud (APSen Latinoamérica: historia con igual raíz. Revista Polis No. 27 

– Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. (1987) Cuadernillo ATAMDOS. Gobierno del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires

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