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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.

Cuándo pensábamos en qué tema abordar para la ponencia que hoy nos convoca, fue inmediato el pensar en el antes y después de la pandemia.

Como Trabajadoras Sociales y Trabajadoras de la Educación en escuelas públicas vimos, de cara a los efectos del 2020, que las formas escolares, las políticas educativas y las trayectorias estudiantiles ya no eran las mismas. Vale aclarar que la relación entre ellas nunca es de una vez y para siempre, porque si hay algo que caracteriza a la vida social e institucional es su constante dinámica y en lo que respecta a las escuelas pasa de todo y mucho.

La pandemia impulsó el surgimiento de nuevas formas escolares. ¿Qué decimos con esta aseveración? Sostenemos que los cambios generados en la organización escolar, en el trabajo docente y en el currículum se enfrentaron a nuevos desafíos a la hora de acompañar las trayectorias estudiantiles. Entonces desde los EOE en trabajo articulado con los ED y con los compañeros docentes, entendemos que resulta necesario pensar articuladamente las regulaciones y las políticas públicas necesarias para proyectar la escuela por venir. La escuela necesita fundamentalmente la presencia efectiva en cada territorio de políticas públicas integrales y protectoras de derechos, para articular con otras organizaciones y estamentos del estado, intervenciones y abordajes intersectoriales e interinstitucionales.

Este es el cuadro de situación actual en el que se desarrollan las prácticas pre profesionales de la Carrera Trabajo Social de UNAJ, en el ámbito educación. Como docentes tutores, cada una de nosotras con el grupo de compañeros estudiantes de la carrera de TS y a su vez con nuestras coordinadoras, no podemos dejar de analizar que el territorio cambió. Por ello, si bien nunca nos fuimos, volver es en la actualidad un desafío más que imponente.

Desde el espacio de las prácticas pre profesionales, invitamos teóricamente al análisis de la situación escolar actual, a la construcción de un diagnóstico que implique conocer para intervenir. El sistema educativo es complejo, pero no por ello difícil de abordar, además es el lugar dónde desarrollamos nuestra intervención, nunca solos, recordemos siempre que la salida es COLECTIVA al igual que la construcción de alternativas.

Desde este planteo creemos indispensable poder ofrecer un espacio para el conocimiento del rol del trabajador social dentro de la escuela, espacio rico en los innumerables recorridos y espacios que el mismo nos permite transitar, nos prpone una mirada abarcadora de lo individual, grupal, familiar, comunitario e interinstitucional. Como en pocos lugares, una posibilidad de trabajo interdisciplinario indispensable, trabajo con el otro enriquecedor de nuestra práctica.

Hoy nos toca transitar en una etapa maravillosa pero de mucha incertidumbre, donde todo en educación y principalmente en la institución escuela se está reescribiendo, no sabemos cuál será el futuro, hacia dónde vamos, y cuál será la forma que tomará la escuela. Lo que sí sabemos es que debemos discutir entre todos cuál es el sentido y la función de esta escuela en la que desarrollamos nuestro rol. Debemos escuchar las voces y sentires que circulan para dar lugar a este nuevo “habitar las escuelas”

  • Es así como dentro de los debates que necesitamos profundizar consideramos irrenunciable pensar en:

  • Las formas escolares y las políticas públicas para el acompañamiento y sostenimiento de trayectorias estudiantiles

  • El trabajo docente: reconfiguración, condiciones y estrategias (y nosotros somos también trabajadores de la educación).

  • El sentido de las trayectorias estudiantiles en las nuevas formas escolares.

  • Las propuestas institucionales y áulicas en estas nuevas formas.

  • El trabajo irrenunciable con las organizaciones barriales, quienes nos aportan el trabajo cotidiano y vivencias comunitarias para este conocimiento de nuestros alumnos.

  • La escuela como una de las pocas instituciones que realiza un seguimiento sostenido de la vida de los niños, niñas, adolescentes y sus familias, en relación a la necesidad de recursos humanos para garantizar el seguimiento y la articulación con otras instituciones.

Hoy seguimos transitando el desafío de volver… volver a encontrarnos, a mirarnos, a escucharnos, volver a construir y de construir juntos, volver a una nueva escuela que aloja y que nos aloja, volver a las prácticas con presencialidad que nos aporta y les aporta ese conocer juntos y hacer juntos.

Para cerrar les dejamos esta frase: “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”. Paulo Freire

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