skip to Main Content
Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

11 de julio de 2023

El Trabajo Social, nos nuclea en ámbitos complejos y diversos, nos encuentra con otros/as en una trama multidimensional, desde la cual podemos actuar para transformar, al menos una dimensión de la realidad, de un sujeto/a o sujetos/as. En este trabajo nos proponemos dar visibilidad a la relación: política pública y movimientos sociales. A su vez, pretendemos aportar al debate en torno al trabajo comunitario en barrios populares desde una perspectiva de educación popular, centrándonos en la población adolescente – joven. Finalmente, esperamos que este material sea insumo para repensar la práctica profesional, sus límites y desafíos dentro de espacios no gubernamentales.

El Frente de Organizaciones en Lucha es reconocido como un movimiento social que hace años viene apostando a la construcción de la juventud como sujeto activo de participación. En ese marco, nos insertamos como trabajadoras sociales en espacios territoriales, dentro de lo que se conoce comúnmente como “el equipo técnico” del Programa Envion Comunitario. Estos espacios son centros culturales en los cuales se articula con el trabajo socioeducativo y recreativo de más de 30 educadores/as populares.

Durante la década de 1980 en nuestro país existió un auge de los movimientos sociales, nos referimos a estos, siguiendo a Alain Touraine (1987), como una fuerza de accionar colectivo de un sector social que lucha contra un oponente –otro sector social- por el control de determinados recursos socioculturales y materiales de una sociedad. En una tierra marcada por las desigualdades y las expresiones de lucha, se hicieron visibles con más fuerza los ecos de resistencias. Consideramos que las experiencias de organización colectiva son el eje que motiva nuestro accionar, entendemos que esta característica para los movimientos sociales “es el principal recurso y con frecuencia el único del que dispone la mayoría de la gente para enfrentarse a adversarios mejor equipados o a Estados poderosos” (Tarrow, 2004, 23). En relación a las políticas públicas adherimos a la definición de Tamayo Sáez (1997) que considera a las políticas públicas como el “conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios.” (Pág 281). Desde este punto de vista, las políticas públicas se pueden entender “como un proceso que se inicia cuando un gobierno o un directivo público detecta la existencia de un problema que, por su importancia, merece su atención y termina con la evaluación de los resultados que han tenido las acciones emprendidas para eliminar, mitigar o variar ese problema” (Op. Cit)

En este sentido, también reconocemos a las políticas públicas como las acciones del Estado tendientes a dar respuesta a los reclamos sociales. Las mismas a veces suelen estar disociadas de lo que sucede en la realidad, sin embargo observamos que, en la Argentina se presenta hoy un corpus legal de avanzada en relación al acceso a derechos. Durante el último tiempo se han obtenido modificaciones y legislaciones significativas en materia de derechos sociales. El problema radica en la implementación y en la capacidad a la hora de llegar a tiempo para dar respuestas en el territorio, allí surge la importancia de nuestra profesión para repensarnos como actores claves y parte de la planificación e implementación de proyectos sociales y políticas públicas. Es decir, encontramos una limitación en tanto que lo que se expresa en la ley, muchas veces, no se refleja en el campo. Es ahí donde las acciones colectivas toman fuerza, buscan por todos los márgenes emerger y hacer escuchar sus reclamos.

Los escenarios son complejos y en ellos se da por hecho una vinculación entre el Estado y Organismos no gubernamentales o de la sociedad civil, en ocasiones suele ser efecto de la tercerización que caracteriza nuestro actual periodo y otras veces está acompañado de una limitación en cuanto a recursos humanos y económicos. En este marco ingresan a la esfera pública organizaciones barriales y territoriales, clubes de barrio y en nuestro caso particular, los movimientos sociales. ¿Qué lugar ocupamos como trabajadoras sociales en dichos ámbitos? Nuestra experiencia territorial da cuenta de la necesidad de construir donde habitan cotidianamente los/as sujetos/as. Los movimientos sociales se caracterizan por la toma de decisiones de manera horizontal y la organización asamblearia, son quienes llegan, mayormente, en primera instancia a tener el vínculo directo con los/las sujetos/as de intervención, de allí la importancia de construir equipos dentro de los movimientos sociales tendientes a acompañar y orientar problemáticas sociales que tengan incidencia en las condiciones de vida de las personas.

Hace varios años que el FOL apuesta a la inclusión de la juventud como una área que forme parte de los reclamos y de la militancia de un sector del movimiento social, allí nos insertamos territorialmente para articular con los recursos disponibles del Estado en materia de promoción y protección de derechos de las infancias, adolescencias y juventudes. El equipo se conformó recientemente y nos enmarcamos dentro de lo que se conoce comúnmente como “equipo técnico” del Programa Envión COMUNITARIO. Esta política pública está “orientada a lograr la inclusión socioeconómica, política y cultural de los y las adolescentes y jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad social. Está pensado desde una perspectiva integral de derechos, para jóvenes de entre 12 y 21 años. El convenio, que se realiza con Municipios y/o ONGs, indica la apertura de sedes locales donde se desarrollan las actividades a cargo de profesionales y talleristas” (Programa Envión)

¿Qué significa ser parte del equipo técnico, cuáles son nuestras tareas y rol? El programa se propone la inclusión joven a través de la participación de la juventud en espacios de talleres. Como profesionales, nuestras tareas son afines a la administración del recurso, la cual se resume en una beca de ayuda económica para los/as adolescentes y jóvenes, pero por sobre todo, nuestro rol se centra en la accesibilidad y promoción del derecho a la recreación y el juego. No somos meros facilitadores de una beca si no que apuntamos a repensarnos como equipo y en ir más allá de los límites que existen dentro del marco de la política pública. Buscamos generar articulaciones territoriales con organismos estatales y no gubernamentales, por ejemplo con la escuela, con las salitas de salud, con los servicios locales, entre otros. Esto nos permite generar espacios de apoyo y sostén para que los y las adolescentes y jóvenes tengan una trayectoria con derechos, en ellos se destaca el derecho a la educación, a la salud, a la recreación, a la identidad, entre otros.

Nuestro marco de referencia es la Ley 26.061 y la Ley 13.298, no podemos entender nuestras prácticas territoriales sin saber desde qué lugar estamos parados para intervenir. La población adolescente y juvenil atraviesa una etapa en el ciclo vital que está marcada por cambios constantes, es uno de los momentos que requiere de mayor acompañamiento y donde surgen un sin fin de dudas y cuestionamientos. Estos procesos “se asocian a aspectos de incertidumbre y confusión, tales como inestabilidad emocional, desconcierto y búsqueda de valores y de una identidad propia.” (Barneveld, Hans Oudhof van; Robles Estrada, Érika, 2011, p:144).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la adolescencia como un período de crecimiento que se produce entre los 10 y 19 años de edad y el de la juventud aquel que abarca entre los 15 y 24 años.; “por su parte, para el Código Civil Argentino (Ley N° 26.994 de 2014) la adolescencia abarca desde los 13 hasta los 18 años (art. 26).” (Soubies y Muñoz, 2018, p:10). Dentro del contexto del Programa Envion Comunitario trabajamos tanto con la población adolescente como la joven a través de la propuesta de talleres siguiendo la línea de educación popular.

Hoy en día nos insertamos en los barrios populares del conurbano bonaerense en los Municipios de Quilmes y Florencio Varela, allí más de 30 educadores populares trabajan a través del arte como medio de expresión y contención para las adolescencias y juventudes. Se dictan durante toda la semana talleres de circo, folklore, fútbol, teatro, espacios verdes y más. Estos espacios pretenden construir lugares de permanencia y confianza para el transitar de esta edad atravesada por procesos de crisis. La línea con la que se trabaja es desde la educación popular de Paulo Freire, entendemos a la misma como “…un enfoque educación alternativo dirigido hacia la promoción del cambio social”. No promueve la estabilidad social, sino dirige su acción “…hacia la organización de actividades que contribuyan a la liberación y la transformación”. (Wenceslao)

A modo de reflexión final, creemos necesario pensarnos como parte de los procesos que tienen lugar en los territorios, ser parte de lo que vivencias las adolescencias y juventudes para poder intervenir sobre los emergentes, posicionarnos como parte de un equipo dentro de un movimiento social, abre la mirada hacia nuevos horizontes de posibilidades, para insertarse laboralmente y profesionalmente en otros sectores que se vinculan con el Estado y que no son necesariamente el sector público.

 

Conclusiones

Este ensayo es una primera apuesta a repensar nuestra práctica profesional inserta en espacios no formales que articulan con acciones del Estado a través de sus diferentes mecanismos. En este sentido buscamos profundizar y socializar los saberes propios de nuestra profesión y del ámbito social. Creemos que las acciones colectivas son un horizonte a seguir, el cual nos permite actuar desde la interdisciplina y el trabajo en red. Construir como parte de un movimiento social nos posibilita el vínculo directo con los/as otros/as a quienes le suceden cosas y reclaman en el límite de la necesidad y la demanda. Nos acerca al territorio desde un lugar de confianza y pertenencia como parte del escenario donde suceden las diversas problemáticas, ahí se pone en juego y en tensión, todo el tiempo, nuestro lugar como profesionales buscando separarse de lo que nos llega y nos atraviesa, separarnos de las historias de vida de las personas con las que transitamos, es primordial poder pararnos desde un lugar de observadores participantes, entendiendo que se construyen vínculos fuertes de referencia pero que a su vez, es necesario tener una mirada objetiva para actuar frente a las diferentes necesidades.

Ser parte de un equipo autónomo te permite actuar con cierta libertad a la hora de la toma de decisiones, los límites siempre existen y son parte de la cotidianeidad, entendemos que no somos superhéroes que podemos resolver todo, pero somos a quienes acuden los otros cuando les pasa algo que no pueden resolver y ahí hay que poner la escucha, el cuerpo, la cabeza y la pasión, porque somos seres emocionales que no podemos actuar disociados de lo que nos pasa, para que el accionar sea realmente transformador es necesario poner la pasión y la militancia como primer paso a dar.

Nos proponemos dejar este escrito a modo de apertura que invite a repensar nuestra práctica en función de los ejes aqui introducidos.

 

AUTORAS:

Sofia Gerez – Licenciada en Trabajo Social – UBA

Pamela Dominguez- Estudiante avanzada de la carrera de Trabajo Social – UNAJ

 

Bibliografía

  • BARNEVELD, Hans, OUDHOF Van, ROBLES Estrada Erika (2011): “Jóvenes y limites sociales: el mito de la rebeldía”. Enseñanza e investigación en Psicología, vol. 16, núm. 1, enero-junio, 2011, pp 143-154. Consejo Nacional para la Enseñanza en investigación en Psicología, Xalapa, México
  • SOUBIES, Eugenia y MUÑOZ, Matías (2018): “Guía sobre derechos de adolescentes para el acceso al sistema de salud”. Secretaria de Gobierno de Salud. Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia
  • Tarrow (2004): Poder en Movimiento: Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política (Madrid: Alianza)
  • Tamayo Sáez, Manuel (1997) “El análisis de las Políticas Públicas”, en Bañón Rafael y Ernesto Carrillo (comps.), La Nueva Administración Pública , Madrid, Alianza. Pág. 281.
  • Wenceslao Moro. “Paulo Freire y la educación popular”. La Fogata Digital

Páginas web y Legislaciones.

Compartir
Back To Top