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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.

Introducción

La experiencia hace referencia a la intervención del trabajo Social en un dispositivo de atención en salud mental en el marco de la atención primaria de la salud.

Se tomará un caso testigo a fin de compartir la experiencia de trabajo en equipo de APS con una mirada territorial.

Desarrollo

La experiencia que quiero compartir con ustedes, tal cual dice en la presentación es la intervención del trabajo social en un dispositivo de atención en salud mental en el marco de la atención primaria de la salud.

El título nos propone trabajar sobre el padecimiento mental desde una mirada integral. ¿Qué implica esto? Tal cual el título, pensar cómo se puede crear un dispositivo de atención en el padecimiento mental en un Centro de salud que carece de servicio de salud mental.

Los Caps en Florencio Varela están conformados por equipos interdisciplinarios, muchos de ellos tienen en sus plantas psicólogos y/ o psiquiatras. Muchos y la gran mayoría carecen de este servicio, por lo que generalmente se deriva a centros más cercanos para su atención y en muchos casos se busca fuera del distrito.

El Caps Sarmiento tuvo hasta el año 2020 una psicóloga de niños y adolescentes que daba respuesta a una gran zona de Florencio Varela, la llamada zona rural.

Nuestro caso testigo, a quien denominaré José es derivado por el EDIA (Equipo Distrital de Infancia y adolescencia) dependiente de la Modalidad de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social de la Dirección General de Cultura y Educación, a consulta psicológica dado las características que el joven presentaba en la escuela secundaria donde cursaba 6°año.

José se entrevista con la Lic. en psicología en el Caps en septiembre de 2019. Las consultas son suspendidas, por una contingencia de la licenciada, la que solicita puedan acompañar al joven dado el estado de soledad en que se encontraba.

José asiste a conversar con la enfermera, con quien establece un vínculo. Deja de venir hasta febrero del año 2020 cuando se comunica con ella por teléfono pidiéndole ayuda. Asiste a la sala descompensado, lo ve el médico clínico, quien lo médica y a partir de ese momento asiste diariamente a la sala a conversar con la enfermera, también con otros integrantes del equipo, quienes lo contienen.

José tiene 18 años, vive en la casa de su madre, sólo, porque ésta y sus dos hermanos se mudaron a Caba, el decidió quedarse en la casa por sus tres perros, quienes no podían ir a un departamento.

Su madre y sus hermanos vienen los fines de semana. Manifiesta no tener buen vínculo con ellos, solo con su hermana de 13 años.

La presencia de José en la Sala es frecuente y sistemática. Viene todas las mañanas, desayuna y conversa con las dos enfermeras, la promotora de salud y Mabel (personal de limpieza) quien se convierte en la escucha y consejera diaria de José.

En febrero de 2020, la enfermera solicita a Trabajo Social pueda conversar con el joven porque lo ven un poco “raro”, evidencia un discurso reiterativo y a veces incomprensible es así que decido acompañar este Dispositivo que sin darnos cuenta comenzamos a construir.

Conozco a José, la excusa en principio es poder ayudarlo en las materias que tiene que rendir para completar el nivel secundario y empezamos a establecer un vínculo que ya lleva dos años y medio y en el cual hemos transitado por su vida personal, por sus gustos musicales, literarios, cinematográficos.

En un primer momento conversamos sobre las materias que estaba rindiendo, le ofrezco el espacio para ayudarlo en las que tiene más problemas. Lo observo ubicado en tiempo y espacio, con la claridad de lo que quiere. Piensa anotarse en la UNAJ para hacer una carrera universitaria, pero entiende que debe primero rendir las materias pendientes para acreditar el nivel secundario (ocho)

Más adelante José está en el Star con mis compañeras, intercambiamos algunas palabras, me cuenta que ya rindió algunas materias y que le han quedado dos. Me cuenta que está escribiendo un cuento de ciencia ficción, pero también de terror, donde una persona pierde el control y comienza a matar. Lo tiene en la cabeza, pero aún no lo escribió. Si, tiene algo escrito que lo quiere compartir.

Un rato después viene a mi consultorio, trae su escrito, un cuento en forma de poesía. Muy profundo. Me dice que en realidad es la letra de una canción. Elige una música instrumental y esa lo inspira para escribir la letra.

Hablamos de música y de literatura, también de cine. Observo un joven con un gran caudal cultural y su forma de hablar y de expresarse muy adulta.

Las entrevistas en mi consultorio comienzan a hacerse más frecuentes, comparte música de su celular, también un poema relatado por un español que habla de la soledad y de un mundo donde no se siente parte. Me dice que se siente muy identificado con ese poema. También me cuenta que su película preferida es “El Resplandor” de Stanley Kubrick. Le pregunto si está tomando la medicación, me responde que lo hace cuando no puede dormir y esto es reiterado. Lo alteran los ruidos nocturnos, ladridos de perros, viento, etc. Esto no le permite dormir y camina por los pasillos toda la noche. Dice sentir miedo, pero no sabe a qué.

José se presenta en la sala de manera desalineado, muchas veces sin haber dormido durante la noche, porque dice escuchar ruidos que lo aquejan y no le permiten dormir. Dice escuchar voces y tener temor. Ante esto se sugiere la interconsulta con psiquiatría. José concurre a una sola entrevista, comienza a tomar la medicación prescripta pero rápidamente la abandona sosteniendo que le hace peor.

José en el espacio del consultorio comienza a verbalizar situaciones de su vida diaria, de su niñez, de la relación con sus padres, con sus hermanos y en estas manifestaciones entiendo que es necesario la participación de psicología. José comienza a conversar vía virtual, con una psicóloga con quien no logra crear lazo y me manifiesta que no se siente cómodo y prefiere conversar conmigo y con el resto del equipo. En una oportunidad me dijo “usted es lo más cercano a un amigo que tengo, me cuesta el afuera, no les tengo confianza”

En relación a esto mantengo continua articulación con el equipo de EDIA, con la psicóloga, consulto con un psiquiatra, con quien invito a José, pero él considera que conversando conmigo o con alguien del equipo de salud está bien y que no necesita a alguien de afuera.

El Caps es para él su seguro. Es sistemático. Concurre todas las mañanas de 9 a 10 hs.

Durante un tiempo trae todas las mañanas tortas fritas, que él amasa y va probando diferentes formas de cocinarlas para compartir con el equipo. Esto lo hace debido a su insomnio y para esperar la hora que tiene que venir al Caps.

Durante el periodo de Aspo, el Caps restringe la atención y la presencia de la comunidad dentro del mismo. Sin embargo, José no deja de venir y estar una hora, conversando con quien se encuentre en ese momento,

Pasan los meses y se empieza a poner ciertos límites a fin de establecer un encuadre, invitándolo a venir una vez por semana a conversar en el espacio de trabajo social y ante la necesidad de otro aporte las puertas están abiertas.

En estos dos años que acompañamos a José, hemos observado en él muchos cambios favorables.

En diciembre del año pasado rindió la última materia (inglés) y completó el nivel secundario. Para él la materia era un trámite, pero era una puerta que no podía traspasar, su logro fue festejado por todos los que lo acompañamos en este trámite que tenía que cumplir. También el año pasado comenzó un taller de guitarra en una escuela cercana, forma parte de un taller de coro y comenzó el curso de ingreso en la universidad de manera presencial, formando parte de un grupo de estudio. Tiene algunos altibajos en la cursada, pero logró viajar en colectivo, algo que no podía hacer y en una charla reciente en el consultorio me dijo. “Finalmente no era tan bueno estar solo, ahora que tengo un grupo veo que está bueno socializar”.

José hoy tiene una relación más cercana con el resto del equipo de salud. El espacio de trabajo social sigue siendo para él su referente, sin embargo, ha comenzado a consultar a la psicóloga que hace unos meses forma parte del equipo de salud.

Conclusión

La ley de salud mental 26657 en el artículo N° 1 de los derechos y garantías dice “asegurar el derecho a la protección de la salud mental en todas las personas y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas en padecimiento mental”

Se reconoce a la salud mental como un proceso dinámico determinado por componentes históricos, socio económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.

El dispositivo que pudimos poner en marcha en el Caps Sarmiento lo logramos porque no nos quedamos solos, porque pudimos armar una red de contención con el afuera. Ese afuera que para José era peligroso y no confiable para nosotros fue el motor que nos impulsaba a continuar. La articulación con otras instituciones, con otros profesionales de la salud mental nos daba la confianza para continuar. Muchas veces nos preguntábamos si debíamos seguir y ahí el afuera nos decía que nosotros “alojamos” y en el alojar a un joven inmerso en su más profunda soledad, lo ayudamos a salir, a utilizar las herramientas que tenía, a descubrirlas e intentar aún con miedos y desconfianzas ponerlas en funcionamiento.

La ley de salud mental plantea un cambio de paradigma sobre el abordaje con personas con padecimiento mental, estamos de acuerdo con los postulados. Sabemos que para que se pueda cumplir y aplicar es necesario el acompañamiento de todas las estructuras del estado, con recursos humanos y financieros, pero sobre todo con la implicancia desde los distintos saberes, de los distintos actores que transitamos por las instituciones, sabiendo que aún ante la falta del recurso de la especificidad del especialista en salud mental podemos acompañar y alojar a tantas personas en su padecimiento, convirtiéndonos en una oportunidad para ejercer una práctica que fue para José y puede ser para otras personas el espacio terapéutico que los ayuden a encontrar alivio a su dolor. Nunca solos. Siempre con otros.

Autora 

Norma Mabel Hidalgo (Lic. en trabajo social)

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