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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.

Debes amar la arcilla que va en tus manos
Debes amar su arena hasta la locura
Y si no, no la emprendas, que será en vano
Solo el amor alumbra lo que perdura
Solo el amor convierte en milagro el barro.

Debes amar el tiempo de los intentos
Debes amar la hora que nunca brilla
Y si no, no pretendas tocar lo cierto
Solo el amor engendra la maravilla
Solo el amor consigue encender lo muerto

Silvio Rodríguez

¿De qué hablamos cuando hablamos de Educación Popular?

Como punto de partida, es necesario pensar cuál es el sentido de hablar de lo popular, que quiero decir con esto: la educación popular (en adelante EP) es pensar más allá de las técnicas , de las dinámicas de grupos, en ese sentido retomar la consideración de que EP es un fenómeno histórico latinoamericano, es decir, un fenómeno socio cultural que acompaña la acción educativa de diversos movimientos y organizaciones de América Latina a lo largo de la historia y que a partir de las necesidades de organización , de participación es que se han creado espacios educativos que respondan a esos emergentes.

Si emprendemos un breve repaso por nuestra historia latinoamericana, “popular” se ha llamado también a la educación pública en un determinado momento, utilizando la noción de “pueblo” remitiéndose a todxs aquellxs susceptibles de ser educados, entonces la EP debería responder al derecho de acceso a la educación de todxs. Sin embrago, hay otro elemento que tiene que ver con la característica del pueblo, de lo popular, es decir todos aquellos sectores sociales que sufren algún nivel de asimetría: por explotación, por opresión, por discriminación, por marginación, por exclusión, todos esos sectores constituyen esa categoría “el pueblo social” y son los sujetos pedagógicos de una educación que sea popular y democrática. Y un tercer sentido de lo popular tiene que ver con aquellos sectores que luchan para construir una alternativa popular , una alternativa económica, social, política, cultural que represente los intereses de los sectores populares, por lo tanto hablamos de una EP como una concepción educativa político pedagógica. Estos dos aspectos, que sea un fenómeno histórico propio de América latina y de su historia, hace que estemos en permanente recreación pero además es una concepción educativa que está construyéndose a partir de esa recreación de esas prácticas.

Los desafíos de la Educación Popular en tiempos de virtualidad. Una mirada desde la post pandemia

Si nos remontamos a la reciente pandemia y podemos pensar en que fueron y son tiempos de desafíos para la creatividad, es importante que distingamos entre los visible e invisible de la pandemia. Esta crisis sanitaria develó una crisis radical, sistémica de un modelo económico, social, político de las sociedades capitalistas, de las estructuras colonializadas y de nuestra matriz cultural patriarcal y machista y de esas relaciones de poder que atentan contra los intereses y las necesidades de la naturaleza. La pandemia ha visibilizado y agudizado esas condiciones de desigualdad que viven muchas de nuestras sociedades latinoamericanas, sin dejar de mencionar la cara más terrible que fue la tragedia de muertes y las miles de personas afectadas que provocó esta situación de emergencia.

Y aquí estamos para pensar colectivamente en que emerge, que posibilidades y oportunidades surgen de esta situación tan crítica, de los modelos de organización y de las formas con las que veníamos trabajando y que han entrado en tensiones. Cuando reflexionamos sobre que paradigmas entran en disputa en nuestra época por un lado se encuentra el mercado, el autoritarismo, la discriminación, la desinformación, la depredación, discursos de odio y por otro lado un paradigma enquistado en la equidad, en el respeto de las diferencias, las diversidades, el cuidado de la vida, una ética que nos considera que somos parte de la naturaleza y un paradigma del amor. Son paradigmas que se disputan en los sistemas educativos, políticos, ideológicos, en las formas de comunicación. Estamos atravesadxs por la confrontación de deseos, de intereses y aquí desde nuestro quehacer como educadores y educadoras populares es proponer procesos disruptivos frente a las intenciones de dominio y reproducción de un conocimiento hegemónico.

Más aún y en clave actual, es importante reflexionar sobre los límites y posibilidades de la virtualidad para poder seguir haciendo camino. En cuanto a los límites reconocemos el acceso, la conectividad, la tecnología y la capacitación, aquí conviene destacar lo urgente que resulta el derecho al acceso comunicativo y que todxs tengamos acceso al mismo. En cuanto a lo propositivo no queremos hablar de “enseñanza a distancia”, relacionándolo con una lógica tradicional que ha generado espacios de enseñanza vertical a través de los medios tecnológicos, deberíamos pensar más en el aprendizaje creativo y en ese sentido, la reflexión sería: ¿Vinculamos los contenidos, desde las distintas realidades?, ¿estamos vinculándolos a la vida cotidiana? ¿estamos generando deseo, motivación, interés por aprender? ¿generamos curiosidad, dominio tecnológico o solo seguimos una estructura tecnológica que se nos impone? ¿promovemos el diálogo horizontal y grupal? ¿estamos haciendo una mera traslación del pizarrón a las pantallas? ¿consideramos todas las diversidades, todas las desigualdades?.

A modo de cierre, diremos que aun en tiempos de post-pandemia y despliegue virtual, la praxis es necesaria, ya que es  “reflexión y acción de los hombres sobre el mundo para transformarlo”, como lo manifiesta Freire. En el medio de este entrecruzamiento de factores y condiciones que una mirada crítica nos permite visualizar, desde la educación popular y las pedagogías críticas podemos apelar a nuestras memorias de solidaridades, rebeldías, resistencias y re-existencias para resignificar escenarios viables y deseables para estos tiempos. Repensar y resignificar el “inédito viable1” al que nos invitaba Freire y al mismo tiempo seguir dibujando caminos de libertad para nuestros procesos, para nuestras organizaciones. Ese es nuestro horizonte.

Autora: Lic. Mariel Nuñez. Docente de la materia Elementos de Educación Popular para el Trabajo Comunitario de la Licenciatura en Trabajo Social (UNAJ).

 

Referencias

  • Freire Paulo, PAULO FREIRE. Pedagogía del Oprimido. (04310, México: Siglo XXI Ediciones, 1970).

1 El inédito viable es la categoría que acompaña los procesos de la historia junto a la pedagogía de la esperanza, porque en esa idea tanto la historia, la vida social, la política y la educación, brindan las posibilidades inéditas de las crisis como oportunidades de transformación

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