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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

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El proyecto de conformación del Estado liberal argentino, que se establece luego de la batalla de Pavón, tiene como fundamento lo que Arturo Jauretche llama la madre de las zonceras argentinas, la idea de “civilización y barbarie”. Esta concepción dicotómica que Sarmiento expresa en su libro “Facundo”, atraviesa capilarmente la construcción del proyecto social de nuestro país de lo que querríamos ser y lo antepone a lo que somos y hay que eliminar.

La noción de “civilización y barbarie”, es una definición gnoseológica porque define una noción de ser, es una definición ética porque define una forma de vivir, una forma de habitar este territorio, es política y cultural porque caracteriza la construcción de un proyecto de sociedad, de los vínculos y las normas sociales que le dan sentido. La civilización ocupa el lugar del deseo y del ideal del ser nacional que se resume en la idea colonial de ser a lo Europeo. La barbarie representa lo que debemos sustituir de nuestra cultura, de nuestro ser, lo que debemos eliminar y no en solo en términos metafóricos, sino en términos reales; representa todo lo no deseable. Esta Dicotomía, tiene como sentido primario la subordinación de lo americano, donde lo popular, es pensado desde un sentimiento de menosprecio e inferioridad

En La conformación del Estado Nacional Moderno, el dispositivo escolar construye sentidos e imaginarios sociales y culturales a partir de prácticas educativas normalizadoras, que se sustentan desde la lógica de la imitación, la copia y la reproducción idealizada de lo europeo. El proyecto educativo argentino que configura la ley de educación 1420, sostiene una representación de la construcción social bajo la premisa de la idea de igualdad. Lo que debemos señalar es que la igualdad es entendida desde una lógica homogeneizante que sustituye e invisibiliza lo diverso. El proceso de construcción simbólica de nuestra sociedad, tiene en su seno la profunda convicción de eliminar todo vestigio del indio, del negro, de los pueblos americanos de nuestro imaginario social y cultural. Este imaginario instaurado por la escuela impone el modelo ontológico del sujeto burgués, occidental y cristiano como única forma de ser; o sea que se construye desde la negación e Invisibilización de la cultura de los pueblos americanos y se establece una cultura que no es la nuestra con un criterio de legitimidad universal. Esta representación funda en la representación de que los americanos somos sujetos sin cultura. Estas marco interpretativo que construye nuestro imaginario social , no solo tienen presencia en los inicios del dispositivo escolar argentino, sino que tienen una persistencia capilar hasta la actualidad y se manifiestan en las diferentes formas de hacer escuelas.

Una idea muy escuchada en el ámbito educativo que debemos pensarla vinculada a la concepción de civilización y barbarie es la expresión “escuelas en zona de riesgo”. Esta frase se usa qué para nombrar a aquellas instituciones que se ubican en los territorios habitados por los sectores populares. A su vez, generalmente es común escuchar que trabajar en las mismas, resulta una práctica cercana al “sacrificio” del docente y que el fin de su tarea se la vincula con la idea de “evangelizar” y dar la “luz” del conocimiento ante la ignorancia de los sectores populares. Me pregunto ¿qué representa el adjetivo riesgo? Lo que me atrevo a responder a esta pregunta es, que el riesgo es que las y los estudiantes que habitan estas instituciones escolares no se corresponden con el ideal de estudiante construidos a partir de los comportamientos desde la lógica capitalista y burguesa de la vida. Por esta percepción trae consigo la concepción de las practicas escolares desde la intención que la tarea de enseñanza debe incluir a las y los “bárbaros” a “una cultura” porque no la poseen. Bajo estas premisas, algunas tramas institucionales que se despliegan, en las barriadas populares tienen en su seno el menosprecio de los saberes y conocimientos que portan estas y estos estudiantes. Existen proyectos educativos que cuestionan estas lógicas colonialistas de la educación y revaloricen la existencia de la cultura popular, pero no son los que hegemonizan la escena educativa. Pensemos ¿Cuántos proyectos escolares se proponen reconocer la diversidad que portan los sujetos que habitan en las barriadas populares que están atravesados por las cosmogonías de los pueblos indoamericanos? ¿Qué lugar ocupan en el espacio escolar las prácticas creativas, comunitarias y el sentido de equilibrio y armonía de la vida de las culturas americanas? De prueba solo basta de que en muchas instituciones se festeja Halloween y no el Inti–Raymi o la celebración a la Pachamama por ejemplo .

En este sentido pensemos otra situación, hoy la educación ambiental es una necesidad vital ya que la lógica de producción capitalista puso en crisis el medio ambiente y como consecuencia de esto, se pone en riesgo la vida. Esta situación es una gran oportunidad para recuperar las cosmovisiones de los pueblos americanos que sostienen una lógica de vida armónica con la naturaleza y que podamos repensar el vínculo con nuestro hábitat. Esta situación puede generar espacios donde los sectores populares de nuestra sociedad puedan ser revalorizados y ocupar un rol protagónico en los proyectos educativos. Pero lejos dista de ser así, gran parte de los proyectos de intervención tienen en su horizonte las propuestas que desarrollan las ONG que se construyen desde las lógicas de países europeos, por lo que seguimos invisibilizan los sentidos de la vida de los pueblos indoamericanos.

Para superar la lógica colonial que persiste en nuestras prácticas educativas, es sustancial pensar el entramado institucional desde la perspectiva dialógica Freireana, y sostener proyectos pedagógicos que no solo sean una intención, sino que se sostengan desde el acto del reconocimiento de la otredad americana como potencia. Que no le teman a reconocer en lo diverso una posibilidad, que la estrategia de dialogar y construir sentidos comunes involucrando diferentes formas de habitar el mundo natural y simbólico sea central. Además, resulta central revisitar y desarrollar el enfoque intercultural que plantea Rodolfo Kusch, que lo piensa como el que “se orienta a la realización del diálogo entre culturas, bajo el supuesto de que éste implica trascender el plano del logos, el sistema conceptual propio de cada cultura, para que la interacción no se produzca en los términos de una de ellas, ni en el plano de sus supuestos ni el de sus presuposiciones.”

Creo necesario pensar el hacer escuelas, donde el entramado institucional que se funde en el diálogo entro lo diverso. Un dialogo que supere la construcción discursiva y sostenga prácticas que construyan un sistema conceptual que transcienda la lógica de imposición de los supuestos de una cultura europeizante sostenida como oficial y única.

Autor: Lic. Marcelo Mosqueria – Docente e Investigador en la Universidad Arturo Jauretche. Docente en el ISFDyT N° 83. Director de Escuela Secundaria en la provincia de Bs. As

Referencia bibliográfica

Freire, P. y Shor, I., (1987) “Miedo y osadia” https://www.buscalibre.com.ar/libros/editorial/universidad-nacional-autonoma-de-mexico

Kusch, Rodolfo, “Obras completas. Tomo II”, Editorial Fundación Ross, Rosario, 2000.

Puiggrós, Adriana. Qué pasó en la educación argentina: breve historia desde la conquista hasta el presente. Buenos Aires: Galerna, [2003]

Inti–Raymi Celebración incaica por el solsticio de invierno. Se realizan cantos, danzas y brindis colectivos, y se abre la boca a la Pachamama para efectuarle ofrendas (alimentos tradicionales).

Celebración de la Pachamama Madre Tierra, gran deidad entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur. Se le realizan ofrendas.

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