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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

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Profesiones y paradigmas post pandemia

Un lustro y medio ha pasado ya desde que el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se discontinuara una de las experiencias más transformadoras de la realidad argentina. Luego de doce años de gobiernos nacionales y populares, en un contexto de auge de gobiernos latinoamericanos del mismo signo, acontece un quiebre: el ascenso de un nuevo neoliberalismo, conservador y con tonos retrógrados y antipopulares que empieza a teñir desde el norte todo nuestro continente. La economía, la política y sobre todo las capacidades institucionales de afrontar las necesidades sociales surgidas a raíz del acelerado empobrecimiento y deterioro de las condiciones de vida de la población tuvo por puesto su casi inmediata correlación. Desmantelamiento de políticas públicas, vaciamiento del estado, desaparición de ministerios enteros y fundamentalmente la transformación regresiva en la concepción sobre los fines del accionar estatal; que dejó de servir a las necesidades de las mayorías para transformarse en un agente de negocios para los grupos concentrados, aparato represivo para sostener las políticas impopulares, sistema persecutorio de líderes opositores, etc. Lamentablemente, algunas de las transformaciones que ha dejado el avance liberal/conservador en nuestro continente aún perduran a pesar de la emergencia de nuevos gobiernos de tinte popular, por ejemplo y para no olvidar ni complicarnos: aún hoy Milagros Sala sigue presa, víctima del mecanismo denominado “lawfare”; verdadera arma política de la derecha continental.

Aún así las sociedades latinoamericanas resistieron, en un mundo en transformaciones culturales de gran envergadura; dando las batallas políticas que nos han conducido a disputar el gobierno del Estado. Alberto Fernandez es un exponente de este éxito de la resistencia popular frente al avance de una vieja nueva derecha en Latinoamérica. En los meses inmediatos a su asunción estaba clara una agenda política de reconstrucción institucional como base para la recuperación de la capacidad estatal de general políticas públicas que hicieran frente al deterioro de las condiciones de vida de nuestra población. Se anunciaba las “políticas contra el hambre” como el corazón de la gestión y dispositivos tales como el “consejo social” prometían ser centrales en la reconstrucción de la Argentina. Pero ocurrió lo impensable: a los dos meses de asumir Alberto Fernandez una pandemia sin precedentes en 100 años barrió con todos los cálculos. Trastocó todas las prioridades y alteró fuertemente las racionalidad, objetivos inmediatos y formas de trabajo en todos los estamentos estatales.

De los múltiples aspectos desde los que se puede observar la pandemia como proceso de transformaciones institucionales hay dos que son pertinentes a la introducción de este artículo, sirviendo como contexto; nada mejor que enunciarlas cómo preguntas: ¿Cómo trastocó la pandemia los ejercicios profesionales? Y ¿Cómo tensionó los paradigmas de políticas públicas? Ambas preguntan se imbrican de manera indisoluble: las formas en las que se despliegan las profesiones a partir de la pandemia se relaciona de manera estrecha con el abanico de enfoques en materia de política pública que compiten hoy, sin lograrlo, por imponerse como rectores de la acción estatal. El ejercicio profesional se ha tensionado de manera abrupta durante la pandemia. En un hermoso trabajo de Lois, Pozzio y Testa (2022) se pone en relieve, por ejemplo, cómo las tradicionales jerarquías médicas colisionaron durante la pandemia, dando lugar a nuevas formas de politización de los sectores más denostados de la pirámide, quienes precisamente fueron los que mas se expusieron durante la “lucha contra el covid”. Las/los y les trabajadoras sociales, que terminaron los 12 años de gobiernos nacionales y populares con una ley que cumplía las expectativas de ser reivindicativa de la postergación histórica del ejercicio profesional ha sido también consumido por las dinámicas de reducción de las problemáticas sociales al contexto epidemiológico. Y aún hoy es necesario recuperar aquel impulso generado por la ley “Alicia” y volver a poner en el centro del debate las condiciones y alcances del ejercicio profesional.

Las profesiones se trastocan en un contexto de tembladeral de los principios sobre los que se asienta la política pública social en el contexto de políticas de gobierno. La trama de las transformaciones de la política pública social es por supuesto multicausal y en cierto punto siembre un poco prospectiva, mirando hacia el futuro y siempre un poco situada en la inmediatez. Para desarrollar una narrativa que recupere algo de esta complejidad, proponemos aquí un artículo que recupere los debates, por así decirlo, que sistematice los intercambios que se dieron durante las Primeras Jornadas de Trabajo Social de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional Arturo Jauretche con motivo del festejo de los 7 años de la carrera.

Las primeras jornadas de Trabajo Social desarrolladas en la Universidad Nacional Arturo Jauretche nos dejaron distintas sensaciones e ideas comunes que nos permiten seguir reflexionando sobre la relación entre el Estado en sus diferentes niveles, sus políticas públicas y el impacto de estas  en la sociedad actual. En ese sentido, pudimos disfrutar de fructíferos debates sobre temas de coyuntura con referentas importantes de la política social en Argentina. 

Durante el primer día, se desarrolló el panel: La gestión de las políticas públicas en la Argentina post pandemia, el cual tuvo como participantes a cuatro compañeras con una extensa trayectoria profesional, política y, actualmente, con responsabilidad de gestión institucional a nivel nacional y municipal: Laura Berardo, Natalia Csigo, Ana Arias y Florencia Di Tullio.

A partir del análisis de sus intervenciones e intercambios, realizamos el esfuerzo analítico de reconstruir algunas discusiones sobre las líneas centrales de la planificación y gestión de políticas orientadas hacia lo social. Para ello, inferimos que en sus discursos se proponen tres ejes de reflexión: Trabajo, asistencia y la fórmula del más por más; El proyecto como forma de limitar los alcances de la política y la relación género – territorio en la agenda actual.

Primer eje. Trabajo y Asistencia

Este debate, uno de los centrales en la coyuntura nacional actual, reflota dos ideas de ordenamiento social que se presentan discursivamente como contrapuestas. Por un lado, las políticas sociales asistenciales, basadas en la transferencias de ingresos y recursos -denominada asistencia social-, y por otro, la idea de trabajo registrado como forma central y legítima de reproducción de la vida cotidiana. En ese sentido, el eslogan actual que busca convertir los llamados planes sociales en trabajo retoma esta dicotomía entre la política asistencial y la política de trabajo. La propuesta  tiene como objetivo transformar el rol de un Estado asistencial, el cual busca atender la urgencia, a un Estado cuya función central sea generar trabajo asalariado como forma central y legítima de satisfacción de las necesidades sociales.

A pesar que en el mundo actualmente las políticas de transferencia de ingresos tienen una vigencia potente (por ejemplo en China se está aplicando la política de “cupones” orientados al consumo ponderado en determinadas ramas de la actividad económica) en nuestro país reaparece el debate no en los términos tradicionales sobre cuan “focal” debe ser la transferencia de ingresos, sino en base a la recuperación de más de dos décadas (1995-2022) de políticas de transferencias de ingresos: desde los primeros y estigmatizados “Plan Trabajar” hasta el “IFE”, se recopila un inmenso recorrido que nos permite sacar conclusiones preliminares sobre el rol de las inyecciones monetarias en un proceso de crisis social y de su rol estratégico en la recuperación económica de nuestro país. Sin embargo, la idea de una contraposición entre las políticas de “emergencia” y las políticas de abordaje “estructural” de las crisis se presentan siempre como una dicotomía entre el consabido “asistencialismo” y una política de empleo genuino.

Esta dicotomía discursiva, lejos de sólo describir un eje técnico de acción, representa también una pregunta sobre la forma de acumulación política y relación del Estado con los sectores populares organizados en la coyuntura actual. De la cual es hoy un punto crítico la mirada sobre la “distribución” de política asistencial: la idea de tercerización de la política social en las organizaciones sociales, que nos lleva a incorporar a la agenda pública una disputa clara sobre la forma de ordenar el conflicto y la legitimidad de la relación Estado y sectores populares en un contexto de creciente inflación y acrecentamiento de algunas dimensiones de desigualdad social. La llamada tercerización de la política social refiere a la forma en que las organizaciones sociales ejecutan políticas asistenciales (principalmente el Programa Nacional Potenciar Trabajo del Ministerio de Desarrollo Social). Y que es por supuesto, punto de críticas al tildar esta forma de ejecución de las acciones sociales como clientelares. Mote al que estamos más que acostumbrades a escuchar siempre que se busca estigmatizar la política pública social asistencial, pero que además incluye elementos novedosos: intenta poner en evidencia proceso que agudizaron y encubren desigualdades más profundas, como las desigualdades de género.

Esta dicotomía vuelve a poner en el centro de la disputa el rol del Estado como el único planificador y ejecutor de las políticas sociales y asistenciales (con la suficiente capacidad de llegar a dar respuestas a las necesidades) sin “mediación” de las organizaciones sociales. Peca de menospreciar la trama social que implica el despliegue de las organizaciones sociales en territorio, pero aporta como eje central (de nuevo, recuperando casi 3 décadas de políticas de trasferencia de ingresos), a la idea de transitoriedad de este tipo de políticas. Es decir, se acude a ellas hasta que el mercado laboral genere los puestos de trabajo para la población que no recibe ingresos de manera registrada. Este posicionamiento pone de manifiesto unos de los problemas centrales en realidad latinoamericana actual: el mercado de trabajo actual no permite incorporar a la cantidad de población activa de manera registrada y enmarcadas en los derechos laborales, pilar fundamental de cualquier propuesta que intervenga sobre las desigualdades de clase. Y para colmo de males, un nuevo fenómeno agrava esta tradicional problemática: mismo el salario registrado no logra superar la línea de pobreza. Por lo tanto, ¿resulta inviable prescindir de las organizaciones sociales como dispositivos de cohesión relacional y social en los territorios en el escenario actual? ¿La dicotomía “planes” vs “trabajo digno” ha quedado desfazada?

La fórmula del más por más

Las organizaciones sociales tienen un lugar central de resolución de las necesidades de la vida cotidiana: educación, salud, alimentación. Elementos que en lo más álgido de la pandemia por COVID – 19 y el consecuente aislamiento obligatorio quedaron notablemente en evidencia (aunque invisibilizadas). Sin embargo, entender la necesidad de las organizaciones como forma de politización de los sectores populares no es opuesta a entender que el Estado tiene un lugar central en la planificación de políticas; incluyéndose allí las de empleo.

En el panel, se sostuvo la necesidad de la aplicación de una medida centralizada por el Estado Nacional que permita establecer un piso mínimo de salario que atienda las necesidades de la población que no se encuentra trabajando de manera registrada. Es decir, se apunta a pensar en un sujeto que se encuentra con empleo pero que ese empleo no permite satisfacer las necesidades centrales de la vida. La fórmula del más por más permite encontrar una salida a este debate: más trabajo, más asistencia. Es entender que no hay una oposición entre estas dos dimensiones, sino que las mismas constituyen estrategias en la mejora de la calidad de vida de nuestra población.

Segundo eje. El proyecto como forma de limitar los alcances de la política

Un segundo eje, pone de relieve dos preguntas básicas y centrales acerca de las políticas sociales: ¿cómo se financian? y ¿para qué?

La idea de “proyecto” como planificación privilegiada de la intervención en lo social abre un punto de debate sobre quién financia las políticas en la actualidad y qué alcance tienen. En este contexto (y casi recurrentemente en la historia reciente), la deuda pública es uno de los obstáculos de mayor incidencia a la hora de la planificación de políticas públicas. Gran parte de los condicionamientos que proponen los organismos de crédito internacionales impactan de manera significativa con los objetivos, alcances, formatos y tiempos (mayormente cortos) de las propuestas de intervención de cada uno de los dispositivos de gestión nacionales, provinciales y municipales.

En el panel se expusieron distintas experiencias de planificación y ejecución de políticas sociales a nivel local y municipal en localidades del Conurbano, entendiendo a la gestión por proyectos como una forma de control y obstáculo a la autonomía de los diferentes Estados. En ese sentido, circuló la idea de que la disputa no debe ser solo por el financiamiento de una idea de grupos con unidad de concepción al interior del estado. La disputa estratégica reside en pensar en propuestas políticas sustentables en el tiempo que permitan transformar las trayectorias de vida de las personas destinatarias de las instituciones públicas.

Es de destacar, como desarrollan Coria, Ledesma y Mackay (2022) que esos debates se dan en la acción: por ejemplo, pensar el despliegue de la acción de gobierno que pongan entre paréntesis el “diagnóstico” sobre la legitimidad “estructural” de la demanda de políticas públicas; asumiéndolas directamente desde la óptica de los derechos humanos y sociales; es decir, como un deber estatal antes que una “respuesta” a necesidades emergentes.

Tercer eje. Las políticas tienen género

También queda sumamente clara la noción de que las políticas son escenarios de disputa de los sentidos y el orden social. Las políticas públicas construyen sociabilidad (y “gentrificación”), aún en los escenarios más adversos (como la pandemia de COVID 19) y a su vez están penetradas por el contexto social y político en el que se despliegan. Las propuestas de planificación y gestión de políticas públicas contemporáneas reflejan la influencia de la agenda feminista en la agenda pública y gubernamental. Entrecruzada con la noción de territorialidad (políticas enmarcas en un modo particular de relaciones sociales) resulta fundamental e ineludible. Las panelistas sostuvieron los avances en este sentido y que queda mucho por recorrer en materia de una articulación institucional que permita optimizar recursos y acciones para lograr transformaciones significativas e igualitarias en el orden de lo social, cultural, político, económico y sexogenérico. En este sentido el concepto de “transversalización de género”, el cual implica integrar sistemática y comprehensivamente las nociones de desigualdad entre los sexos en todos los sistemas y estructuras, en todas las políticas, procesos y procedimientos, en la organización y su cultura estuvo presente en exposiciones sumamente potentes e inspiradoras como las mujeres que las encarnan. De esta manera el género y su igualdad es concebido como un criterio organizador y estructurante de las propias políticas y de la institucionalidad del Estado. Como una dimensión central en las formas y acciones gubernamentales. La dimensión sexogenérica emerge sobre todo como “lucha dentro de la lucha”; aquello que penetra todos los aspectos -de la política pública de manera central, urgente y estratégica, como proxi en todo proceso de transformación social.

Para finalizar

Esta es una reseña escueta en el marco de este número especial conmemorativo de los 7 años de la carrera de Trabajo Social de nuestra revista pueblo es un homenaje a las compañeras que vienen batallando hace muchos años ya por el devenir y la actualidad de la política pública en Argentina, en primera persona, desde la gestión. Presentar estos ejes de trabajo y contenido en el desarrollo de las políticas actuales, es producto de un recorte particular y una simplificación que realizamos descartando, muy a pesar nuestro, otros ejes de debate y por supuesto la riqueza de las exposiciones de las compañeras que integraron el panel. Asistencia vs Trabajo, política pública de emergencia vs orientada a derechos y la dimensión estructurante de lo sexogenérico son apenas algunos de los ejes que preferimos destacar aquí. No obstante, en el marco mismo de nuestra carrera estas discusiones resultan urgentes de incorporar en las trayectorias académicas de estudiantes de Trabajo Social; por eso todos estos esfuerzos (jornadas, charlas, formación continua en conjunto con el Colegio de Trabajadores Sociales de la región, publicaciones, programas, proyectos de investigación y vinculación y políticas de formación docente) forman parte de nuestro desvelo cotidiano y nuestra mayor colaboración en estos debates.

Para cerrar esta colaboración recuperamos enfoque de ideas “más más” o “++”, es decir políticas públicas cuyos debates no se asfixien en dicotomías cuya vigencia es dudosa y cuya utilidad se suele restringir al efecto de parálisis de la creatividad en la aplicación y ejercicio de la función pública. Confiamos que en el transcurso del año sigamos profundizando y colaborando en este “el” debate nacional. Intentando, así, estar a la altura de lo que demanda nuestra historia y persiguiendo siempre dar respuestas a los problemas cotidianos de nuestro Pueblo.

Autores:

Lc. Ariel Albornoz (No docente y docente UNAJ)

Dr. Astor Massetti (Coordinador Trabajo Social)

Bibliografía

Coria, María; Ledezma, Cintia y Mackay Sofía (2022). Reflexiones sobre la intervención del área de demanda espontánea de la municipalidad de Quilmes a partir de la experiencia de las prácticas preprofesionales en trabajo social. En: Revista Con-Textos. Año 3 Número 3. ISNN: 277-8821. PP 39-46. Buenos Aires: Consejo Profesional de Trabajo Social, CABA

Lois, I., Pozzio, M., & Testa, D. (2022). Politización y trayectorias en la enfermería bonaerense durante la pandemia de COVID-19. Aiken. Revista De Ciencias Sociales Y De La Salud, 2(1), 49–61. Recuperado a partir de https://eamdq.com.ar/ojs/index.php/aiken/article/view/28

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