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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Nadie decide voluntariamente pasarla mal.

INTRODUCCIÓN:

Estimadxs lectores, sean bienvenidxs a desandar caminos y a pensar problemas más que soluciones. Proponemos un par de relatos que invitan el llamado a la reflexión acerca del padecimiento subjetivo y el dolor social en el escenario actual. Una mirada social centrada en la educación.

No existe ninguna lectura que pueda prever lo desconocido. Sin embargo, es posible desarrollar una sensibilidad, un registro y una percepción que nos permitan generar respuestas urgentes y un sostén colectivo para pensar respuestas que no se conocen. Pensando y hacernos buenas preguntas. Llegar y encontrar algo que no sabemos, en una escuela que es anticipadora de problemas. Una escuela que resuelve. Pero esto se habita de otro modo, esto es una forma clara de decirte cómo tenes que habitar la entonces, ¿Cómo habitamos espacios donde hay un malestar social?

¿Cómo pensamos la escuela en un contexto de dolor social? Poder darle voz a quienes tienen mucho para decirnos, lxs pibes que son sujetos activos que escuchan, observan y son atravesados por grandes problemas sociales. Lxs pibes pasan frío, calor, hambre, situaciones de violencia. ¿Qué nos hace pensar que frente a la realidad que les toca vivir, no tienen nada que expresar o que aportar?

Revisando apuntes encontré una frase por allá en el 2022 de una charla que brindó Carballeda en nuestra querida universidad que dice “La desigualdad social construye subjetividad. Hace que la democracia se construya en un significante vacío. Así como la libertad. Yo hago lo que quiero porque soy libre, esto existe en la medida que haya responsabilidad, otredad.”

Construir un mundo con diversidad, donde quepamos todxs un mundo en el cual se sientan amparados, cuidados, escuchados, alojados; construir un mundo donde todos los derechos estén garantizados para todxs lxs pibes creando recursos donde no los hay es un desafío que se presenta en la escuela. Es importante ofrecer esto que no es material aunque lo material no deja de ser importante ya que los pibes merecen una vida digna.

Abordamos un escenario sin políticas públicas en materias de salud, educación, vivienda y trabajo, atravesado por un discurso neoliberal que vulnera derechos y complejiza la subjetividad. El desafío radica en construir comunidad y lo colectivo, garantizando la accesibilidad a los derechos

En conclusión, nos enfrentamos a un contexto desafiante que demanda respuestas urgentes y colectivas para garantizar una vida digna. La accesibilidad a los derechos es fundamental para lograr un cambio significativo en este escenario complejo.

POR UN YOGUR

Marcela Alluz

Andá a laburar, negra de mierda.

La Eva aprieta al chico en el regazo y sigue pidiendo al auto de atrás. Varias voces le repiten lo mismo. Una vez una mina la retó porque decía que seguro lo tiene drogado al chico, por eso duerme tanto.

La Eva no les responde pero sabe. Sabe que ninguno de ellos le daría laburo en su casa o en su empresa. Que si le dieran no sabría qué ponerse y en la estación de servicio no la dejan entrar a peinarse un poco. Camina con los pies atolondrados de dolor y el Kevin pesándole como una sandía redonda y cargada de llanto.

Andá a laburar, le dicen. Porque no es un laburo caminar cien cuadras hasta esa esquina, buscar una canilla de agua para lavarse las manos, levantarse de mañana con el cuerpo molido de compartir colchón con los chicos.

A veces junta unas monedas y compra milanesas, un vasito de yogur que le da al Kevin que se atraganta de gusto. Ella lame la cuchara después. Le pasa la lengua despacio, y se va a caminar entre los autos sabiendo que el precio de recibir unos pesos es soportar la burla de que la manden a laburar. (Alluz, Marcela, 2019 , pág 39)

La diferencia se ve en la vulnerabilidad del otrx. No me lo hace a mi, lo hace porque es lo que conoce. Estamos constantemente inmersos en un mar de discursos de odio en los medios de comunicación. Se fomenta la individualidad de los sujetos y la meritocracia como plato fuerte. La violencia latente como expresión de situación de desigualdad ¿cómo trabajamos estos discursos?

Es clave analizar, de qué modo estamos habitando el mundo. ¿De qué manera me interpela?

¡UN DÍA PODRÍAS SER VOS!

Entender que otras lógicas están en el mundo donde nos dicen que el único camino es el de la meritocracia, el camino del odio nos convoca a pensar críticamente, nos permite considerar los posibles, generar interrogantes que llamen a la reflexión.No tenemos que coincidir, solo pensar y analizar ¿Qué nos despierta esta situación?

No es necesario estar de acuerdo o en desacuerdo, sino más bien reflexionar sobre lo que nos impacta, qué preguntas nos planteamos y hacia dónde nos dirigimos. No se trata de oponerse o coincidir, sino más bien de reconocer que cada uno hace lo que puede y está constantemente pensando en sus acciones y reacciones. Cada encuentro con nuevas experiencias desencadena una reflexión.

No miren para atrás Marcela Alluz

Esperábamos los tres el camión de la mudanza. Mi hermano y yo caminando sobre los muebles, a saltitos, con esa forma torpe que tienen a veces los niños de andar esquivando la tristeza. Mi madre con un pantalón verde de pana y un pañuelo atado como vincha, con un cigarrillo en los labios, enfrentando toda la adversidad con sus brazos en jarra y sus ojos negrísimos que no lloraban.

Cuando llegó el camión, subió ella misma algunos muebles, mordiéndose los labios, sin quejarse, heroica. A mi hermano lo zarandeó del brazo varias veces para frenarle las ganas de cruzarse la calle, de saltar en los charcos, de tirarme las trenzas. Cuando estaba todo arriba, le pidió al hombre que manejaba que esperara un momento. Nos llevó de la mano a la casa. Despídanse. Dijo. Y empezó a caminar por las habitaciones que retumbaban con nuestros pasos. De allí me habrá quedado esta tendencia morbosa por la nostalgia. De esa madre que percibía tristísima, pero que con una sonrisa pintada, iba recorriendo los cuartos uno por uno y cerrando las puertas. Cada uno de nosotros, a su manera, se fue despidiendo.

Mi hermano se había calmado y tenía en la boca ese gesto que hacía antes de llorar. Pero no lloró. Yo tampoco lo hice.

Después, subimos al camión y su voz áspera nos ordenó. No miren para atrás. En la primera curva, tiró la llave por la ventanilla, suspiró hondo, se recogió el pelo en un rodete improvisado y sonrió con los ojos. Sabía que nos quedábamos en la calle, que después de andar varias vueltas, daría cualquier dirección y descargarían nuestras cosas en un baldío.

Pagó con unos billetes arrugados de su cartera enorme, nos bajó y nos sentamos los tres en un sillón beige de cuerina a esperar la noche que se venía encima. (Alluz, Marcela, 2019 , pág 23)

Las familias, grupos de crianza, de convivencia enfrentan diversas situaciones simbolizadas por una incertidumbre, sin perder el atisbo de esperanza . En estos tiempos en el que el Gobierno neoliberal de extrema derecha ataca a los sectores populares, a los trabajadores, trae como consecuencia la expresión de padecimiento en cada sujeto que implica reconocer la singularidad que allí anida en el discurso, permitiendo que cada persona pueda definir que le resulta soportable.

Nos detenemos acá para pensar.. ¿Qué función tiene la escuela en este escenario? ¿podemos considerarnos la cara visible del estado? ¿Qué ofrece la escuela?

La intervención del trabajo social en este contexto ,siguiendo el Programa: la construcción de una mirada de cuidado cómo intervención ante situaciones de padecimiento subjetivo de las y los estudiantes(DGCYE,2022), implica poder agudizar la mirada desplegando acciones enmarcadas en la perspectiva de prevención inespecífica, promoviendo y habilitando espacios de diálogo, escucha atenta y una mirada de cuidado.

Entonces, ¿Cómo generamos respuestas urgentes a un padecer generalizado? ¿Qué es lo urgente?, Quizás deberíamos plantearnos ese punto. La tarea que nos interpela hoy es planificar la esperanza, estar al lado del otrx. Que siempre nos siga moviendo el deseo de acompañar trayectorias de vida.

Muchas veces nos interrogamos de ¿Cómo continuamos nuestra tarea? ¿Qué puede hacer la escuela para reparar la fragmentación de los lazos sociales?. Cuando intervenimos en algo, hay un deseo. Parafraseando a Lacan “La pulsión es el eco del cuerpo del hecho de que hay un decir”.

En ese juego de construcción subjetiva, lo que moviliza mi acción es el deseo de que algo se construya y también reconocer al otrx como sujeto deseante pensando en los posibles.

Y a veces, solo a veces basta con estar cerca mientras transitan situaciones difíciles y alegrarnos con sus alegrías. Hacerles sentir que nos complace su presencia mientras construimos mundos más alojadores…¿pero dónde, si no es en la escuela, lxs pibes tendrían oportunidad de conocer otros mundos y de construir la posibilidad de vivir en común?, ese es el desafío. Esto nos convoca a seguir pensando desde lo social.

 

AUTORAS:

LIC. GILES, MICAELA – LIC. Y PROF. FIGUEROA, MARIANA

Bibliografía:

  • Alluz,Marcela(2019) Brasas. Relatos de vida desabrigadas. Editorial Sudestada.
  • Duschatzky, Silvia; Gabriela Farrán y Elina Aguirre (2010): Escuelas en escena. Una experiencia de pensamiento colectivo, Buenos Aires, Paidós.
  • DGCYE,Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social (2022),Programa:La construcción de una mirada de cuidado cómo intervención ante situaciones de padecimiento subjetivo de las y los estudiantes.
  • Lacan, Jacques, Seminario 23. Inédito
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