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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.
Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.
Si tenés alguna dificultad para atravesar el aislamiento contactate con nosotres: redts2020@gmail.com.

Por Elisa Gadaleta, Licenciada en Trabajo Social (UBA) y Alejandra Barosela, Licenciada en Trabajo Social (UNLZ)

Nosotras somos Licenciadas en Trabajo Social, Elisa Gadaleta (UBA) y Alejandra Barosela (UNLZ); nos desempeñamos en el sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires (D.G de C y E), dependiendo de la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social (PCyPS), dentro de las estructuras territoriales denominadas Equipos Interdisciplinarios Distritales (EDI), específicamente en el EIPRI (Equipo interdisciplinario de Primaria Infancia), en el distrito de Florencio Varela. Como su nombre lo dice, somos un equipo interdisciplinario compuesto por trabajadoras sociales, fonoaudiólogas, psicólogas, psicopedagogas, actualmente somos todas mujeres.

La modalidad PC y PS produce líneas de acción y dirección situadas en un contexto socio histórico político, y nosotros sus agentes con ella, en el que se considera a la educación un bien social que construye subjetividad, igualdad y ciudadanía. En correspondencia propone un encuadre a la tarea de los equipos interdisciplinarios, a través de la disposición N* 76/2008, enfocado en la promoción y protección de derechos de niñas, niños, adolescentes y adultos, dando prioridad los vínculos que humanizan la enseñanza y el aprendizaje, encuadre que consideramos más que vigente en esta situación de emergencia socio- sanitaria.

En este sentido desde nuestra especificidad como EIPrI abordamos situaciones de alta complejidad y de vulneración de derechos que involucran la primera infancia en las comunidades educativas y en otros espacios comunitarios; ponemos en práctica diversos dispositivos grupales a través de talleres, grupos de reflexión, mesas de trabajo con docentes y familias; participamos, propiciamos, y organizamos trabajos en redes comunitarias e intersectoriales para lograr la inclusión educativa y la promoción y protección de los derechos; trabajamos colaborativamente y en forma corresponsable con las instituciones educativas para generar las condiciones que habilitan la enseñanza y aprendizaje en un entorno de cuidado y de garantías de derecho.

Una de las características del distrito de Florencio Varela es que tenemos 46 jardines y solo 11 tienen equipos de orientación escolar (EOE). Por esta situación, también acompañamos trayectorias educativas, en aquellas situaciones, que por diversas condiciones, se hace necesario el trabajo colaborativo y corresponsable para generar las condiciones que habiliten la enseñanza, el aprendizaje y la convivencia, teniendo como horizonte pedagógico una educación inclusiva que contemple y valore la diversidad.

La pandemia irrumpió como algo inédito, no teníamos en nuestra memoria una experiencia así, nos conmovió y afectó a todos y todas como sociedad. Las escuelas buscaron, recrearon e inventaron formas y modalidades para poder mantener la comunicación y el vínculo con los estudiantes y sus familias. Se implementaron las medidas tomadas por el Ministerio de Educación Nacional, y las emanadas por la Dirección General de Cultura y Educación (D.G de C y E) para garantizar la continuidad pedagógica y el SAE (servicio alimentario escolar); asimismo, cada escuela dentro de sus comunidades, buscó diversificar las formas de acercarse y conocer cómo estaban sus estudiantes y las familias.

Para poder acompañar las diversas realidades de la provincia de Buenos Aires, la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social (PC y PS) resolvió la creación de los Equipos Focales Territoriales Educativos de Emergencia (EFTEE) adaptando y recreando las estructuras territoriales para asistir y abordar las situaciones complejas que el contexto socio-sanitario generó y profundizó.

Cada distrito de acuerdo a su realidad organizó sus equipos; en Florencio Varela se llevó adelante con el EIPRI, EDIA y algunos integrantes del COF e Inclusión. En nuestro caso, sostuvimos nuestra intervención en la primera infancia, continuamos el abordaje de situaciones de alta complejidad, sumando todas las que irrumpieron como consecuencia de la pandemia, y en el contexto del ASPO (aislamiento social preventivo obligatorio), y suspendimos provisoriamente el acompañamiento de trayectorias educativas, como estrategia para focalizar la atención ante esta coyuntura.

En un primer momento, nos impactó el ASPO y no poder estar en territorio, en ese estar con otros, desde la mirada y la escucha atenta, la corporeidad, el contacto que se da en ese encuentro. En nuestro quehacer cotidiano nuestras intervenciones siempre son pensadas y organizadas en las instituciones y comunidades, en cercanía con las familias, los estudiantes y docentes.

En este contexto tuvimos que recrear las formas de acercamiento. En una primera instancia con los jardines fue más rápido el contacto por medio de diversas plataformas virtuales y comunicaciones telefónicas. Se organizaron reuniones con directivos y docentes. Fue un aprendizaje la utilización de las plataformas virtuales, pero fue importante continuar con este contacto. Se visibilizaron en forma exponencial situaciones de violencia de género, violencia familiar, vulneraciones de derecho, presunciones de abuso sexual, intentos y consumación de suicidios, fallecimientos por covid, familias aisladas por covid y dificultades socio-económicas.

La crisis socio-económica profundizada por la situación sanitaria, y las familias sin poder recurrir a las instituciones y organizaciones barriales, salvo los centros de salud, porque todo se había organizado en formato virtual y/o telefónico o había suspendido su funcionamiento temporalmente, hizo de ese contacto con los jardines que estaban ahí disponibles una oportunidad para visibilizar problemáticas que ya estaban y recrudecieron, o acometieron ante el contexto socio-sanitario que provocó la pandemia. Esa escucha atenta y las preguntas acerca de cómo estaban y qué necesitaban, la cual acompañó y continúa sosteniendo las necesidades pedagógicas, pero también las humanas, las que arremetieron como padecimientos subjetivos y socio-económicos, esa escuela que sostuvo el lazo social.

Los jardines comenzaron a solicitar un trabajo corresponsable con el EFTEE dado la complejidad de las situaciones. Consideramos que este acompañamiento de la escuela ante esta crisis posibilitó tender puentes con las familias, creando confianza para exponer las cuestiones que las apremiaban. Las escuelas buscaron las formas de acercarse por medio de diversas plataformas virtuales, WhatsApp, en los espacios de entrega de mercadería, por medio de vecinos, etc.

Uno de los facilitadores fue un fortalecimiento de las redes comunitarias e intersectoriales, ya que en este contexto fue sumamente necesario un trabajo colectivo y solidario, el poder articular con el centro de salud que estaba en el barrio y en contacto con las familias y sus problemas, con referentes barriales que estaban cerca y conociendo las realidades contextuales, con la Dirección de género que atendió todas las solicitudes de acompañamiento e intervención ante situaciones de violencia de género, Desarrollo Social ante emergencias sociales, Servicio Local de Promoción y protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, etc. El trabajo intersectorial más que nunca colaboró para llegar a las familias.

En conclusión, si bien seguimos en pandemia, el año 2020 fue conmovedor, movilizó todas las estructuras conocidas y donde nos sentíamos más seguras en nuestras intervenciones. No obstante, también como equipo aprendimos diversas formas de llegar a las comunidades educativas, realizamos encuentros virtuales para escuchar y acompañar a los jardines y sus docentes atendiendo a sus sentires y problemáticas. Fue entender que las tecnologías debían utilizarse para estar, aunque siempre nuestro estar con otros fue presencial, recreamos las formas de acercamiento. También con video-llamadas, mails, etc.

En cuanto a las familias también se utilizaron dispositivos para acercarnos, no obstante, en situaciones que se requirieron se realizaron entrevistas en los jardines con el protocolo de cuidado, y en espacios públicos al aire libre, o con entrevista en la puerta y patios de los domicilios.

Resaltamos la capacidad de adaptarnos a este contexto inédito, como equipo y desde el sistema educativo. Tuvimos oportunidad de conocer las diversidades de ideas creativas de las instituciones educativas que sostuvieron el lazo social, que pusieron el cuerpo y la comunicación para seguir siendo una de las instituciones que siempre están atentas a las necesidades y padecimientos sociales. Más allá de garantizar la continuidad educativa, el objetivo prioritario fue y es estar atenta a las necesidades socio-económicas, emocionales y sanitarias de los estudiantes y sus familias.

 

Referencias:

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