Si sufrís violencia de género llamá al 144. Si pensás que tenés Covid-19 llamá al 107 (si estás en Florencio Varela) o al número provincial 148.
Sos tierra, que arraiga,
Sos agua, que fluye,
Sos aire, que impulsa
Sos fuego, que enciende.
Trabajo Inédito
Tipo de trabajo: Relato de experiencia
Categoría temática: Experiencias desarrolladas para la pos pandemia
Florencio Varela, CIC “El Rocío” – Chascomús n° 1059 esquina Lobos.
Código postal: 1888
Teléfono: 7530-6390
Correo electrónico: cicelrocio@gmail.com
Resumen
En este trabajo, presentaremos la experiencia del dispositivo de huerta, en el marco de la Atención Primaria de la Salud, llevado a cabo en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires.
Este trabajo es llevado a cabo desde el equipo de salud de planta permanente y residentes de primer año de Trabajo Social y Psicología. El objetivo del mismo es fortalecer los vínculos entre el equipo de salud y la comunidad, favoreciendo el intercambio, los vínculos solidarios y saludables. Es por ello que se busca ampliar el acceso equitativo al servicio de salud integral de calidad, centrado en las personas y comunidades1. En esta línea, se implementan estrategias para fortalecer la referencia de les usuaries con el CIC, permitiendo un mejor acercamiento a la comunidad, así como también el conocimiento de sus necesidades específicas.
En la labor cotidiana pudimos percibir que la mayoría de les participantes del grupo de huerta son mujeres, con roles de cuidado del hogar como de les niñes. A partir de allí identificamos al género como productor de la inequidad en el acceso a la salud, generando un menoscabo de la misma. Es por ello que comenzamos a abordar y planificar nuestras intervenciones y estrategias desde la perspectiva de género, buscando beneficiar las subjetividades dañadas, como también favorecer el acceso a la información y la construcción de herramientas para revertir la situación actual y ampliar sus derechos, habilitando la creación de otros tantos roles posibles para la mujer en este contexto.
Aproximaciones
El presente trabajo relata las experiencias desarrolladas a partir del Dispositivo de Huertas, desarrolladas en el Centro Integrador Comunitario (CIC) de Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires, en el marco de la Atención Primaria de la Salud, centrándonos en el género como un determinante de la salud. Dicho relato muestra las experiencias llevadas a cabo por el equipo de salud de planta permanente y les residentes de primer año de Trabajo Social y Psicología.
El proyecto de huerta hace fuerte hincapié en la promoción y prevención de la salud, buscando fortalecer los vínculos del equipo de salud con la comunidad favoreciendo el intercambio, los vínculos solidarios y saludables entre todes les participantes. Algunas de las estrategias que se llevan a cabo son el impulso de huertas agroecológicas, capacitaciones de quienes hacen huerta, jornadas de intercambio de productos y saberes, asimismo jornadas de salud en el marco de la atención primaria. Los canales de comunicación con quienes forman parte del grupo de huerta son presencial, en el CIC y en territorio y de manera virtual a través del grupo de Whatsapp.
Nos parece pertinente, antes del desarrollo enmarcar el concepto de comunidad con el que trabajamos en el dispositivo de huerta. Muchas veces el imaginario social sobre la comunidad es utópico, se piensa que todo funciona en armonía, que es un lugar cálido y de buena voluntad mutua. Sin embargo, a lo que accedemos la mayor parte de las veces, es a espacios que intentan representar una comunidad, exigiendo a sus miembros obediencia estricta a cambio de los servicios prestados o prometidos (Bauman, Z. 2003:9) Pretendemos problematizar este concepto, captando las particularidades del territorio y las vivencias propias de cada participante del dispositivo, intentando generar adherencia hacia el dispositivo, pero a la vez comprendiendo los atravesamientos y controversias del barrio y la especificidad de la población. Apuntamos a generar lazos sociales que perduren en el tiempo, independientemente del equipo de salud que esté interviniendo, a generar entornos propicios y favorables para la salud en los que “las personas y comunidades estén empoderadas y colaboren en el mantenimiento y mejora de su salud y bienestar” (Declaración de Astaná, 2018).
Historias y trayectorias
Para comenzar nos parece pertinente relatar un poco de historia, en relación a la planificación y conformación del proyecto de huerta, para comprender de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Este espacio recorrió diferentes momentos, en un principio se realizaban talleres de capacitación para la comunidad en conjunto con el programa Pro Huertas que es llevado adelante por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)2, quienes desde allí nos proveen las semillas como recurso valioso e indispensable. Esto nos permite la planificación de la entrega de las semillas durante la temporada de siembra. Otro de los recursos con el que contamos son las pollitas ponedoras, las cuales son entregadas, acompañadas del dictado de su respectivo taller. Ambas entregas mencionadas, se mantienen hasta la actualidad.
El dispositivo de huertas está destinado a la comunidad del Rocío3 y también sus barrios aledaños. Si bien actualmente potenciamos este espacio con la difusión y la puesta en marcha del taller y sus actividades, en los inicios el hecho de que les vecines participaran de forma intermitente, no nos permitía establecer lazos fuertes.
Con el comienzo de la pandemia nos vimos en la necesidad de reconfigurar el espacio que veníamos sosteniendo. Entendimos que podría ser una herramienta para acompañar a les vecines “en el encierro”, y por otro lado, nos permitía sostener la vinculación con la comunidad.
Para ello durante los primeros momentos del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) realizamos un relevamiento de las posibilidades de acceso tecnológico de les vecines y conformamos un grupo de WhatsApp que operó como una herramienta sumamente interesante para cumplir el objetivo primordial para el que había sido creado, pero así mismo también nos permitió responder y acompañar a este grupo de vecines con otras necesidades que fueron emergiendo durante los distintos momentos de la pandemia, constituyéndose muchas veces en el nexo entre les vecines y el equipo de salud.
Organizar el grupo nos permitió estar más cerca de la comunidad y allí, donde creíamos que poco era posible, nos reinventamos como equipo y fue en ese preciso momento donde pasamos de coordinar un grupo a encontrarnos siendo a veces simples observadores de cómo se iban vinculando, conteniendo y acompañando en lo cotidiano: el grupo empezaba a constituirse y autogestionarse.
Comenzamos con intercambios de información sobre técnicas de sembrado y de cuidado de la tierra, producción, cosecha y mantenimiento. Trabajamos la propia multiplicación y reproducción de las semillas, la conservación de las mismas teniendo en cuenta el recurso natural como limitado y contemplando la posibilidad de que nuestras semillas no sean intervenidas ni contengan químicos. Cada idea que ibamos transmitiendo al grupo fluía y era celebrada con gran entusiasmo por coincidir con sus costumbres.
Luego fuimos sumando información sobre alimentación saludable, generando el intercambio de saberes de todes les participantes del grupo, recuperando sus experiencias previas con el trabajo de la tierra, alojando sus historias de vida, su relación con las plantas y los alimentos que consumían durante su niñez y adultez. Se propuso compartir recetas entre todes, para brindar ideas que permitan “hacer con lo que hay” de forma saludable, que permitan paliar la situación económica compleja que se estaba atravesando.
Luego nuevamente nos volvimos a encontrar con un desafío, el fin del confinamiento por el COVID-19. Debimos re-pensar nuevas estrategías para seguir acompañando a la comunidad, comprendiendo y reconociendo la complejidad del ámbito de la salud.
Feminización de la huerta
Desde este dispositivo y como trabajadoras de la salud, entendemos a la salud como un derecho y como producto, de manera que el proyecto de huerta es un medio para facilitar el acceso a la salud integral. Poseemos en relación al proceso salud-enfermedad-atención-cuidado, una mirada crítica, consideramos que para comprender las condiciones de salud de la población debemos observar los determinantes sociales, psíquicos y económicos, entendiendo las dinámicas que estructuran los procesos en la comunidad. Por otro lado, como equipo entendemos que tanto el proceso de salud como el de enfermedad, son formas a través de las cual se manifiesta la vida, “son experiencias singulares y subjetivas , imposibles de ser expresadas íntegramente por la palabra” (Czresnia, 2006:76) Por tanto comenzamos a delinear estrategias con la comunidad, para observar cuales son las problemáticas y necesidades insatisfechas que les participantes del dispositivo de huertas observaban.
De esta lectura surge que la mayoría de las participantes del grupo de huerta son mujeres, con roles de cuidadoras tanto del hogar como de les niñes. A partir de allí pudimos identificar al género como productor de la inequidad en el acceso a la salud, generando un menoscabo de la misma. Es por ello que comenzamos a abordar y planificar nuestras intervenciones y estrategias desde la perspectiva de género, buscando beneficiar las subjetividades dañadas, como también favorecer el acceso a la información y la construcción de herramientas para revertir la situación actual y ampliar sus derechos, habilitando la creación de otros tantos roles posibles para la mujer en este contexto.
Como equipo de salud comenzamos a incluir con más énfasis, en nuestros debates, la perspectiva de género, y a cuestionar al género como determinante, en el campo de la salud. Entendemos al género como una categoría social construida a partir de los atravesamientos culturales e históricos, por tanto tenemos una mirada situada que nos permite leer la significación que adquiere dicho concepto para las mujeres con las que trabajamos, estando enmarcado en un primer nivel de atención. Observamos cómo el género atraviesa a las mujeres y disidencias en la población de Florencio Varela, pudiendo comprender la subjetividad sexuada a partir del análisis de la condición social de las mujeres, trascendiendo la impronta de las disposiciones biológicas (Meler, 2012). Entender “al género como social e históricamente construido y regulado nos permite desnaturalizar la diferencia sexual varón -mujer y observar su carácter simbólico”4
Nos interesa remarcar la importancia de no caer en una perspectiva reduccionista del concepto de salud, orientado a la mujer cis con capacidad reproductiva, donde unicamente los chequeos se reducen a controles ginecológicos. Al respecto Moira Perez (2021), menciona la importancia de tener un concepto de salud más amplio, que supere el pensamiento binario dicotómico, de cuerpo sano o cuerpo enfermo y que solo la salud sea el estado normal y esperable por la sociedad. Asimismo es necesario remarcar los atravesamientos sociales, culturales, políticos y económicos de la salud, viéndose ésta multideterminada por los mismos.
En relación a ello y partiendo del grupo de huerteras , se planificó y llevó a cabo una jornada por el 8M, Día Internacional de la Mujer. La jornada comenzó con un gran temporal de lluvia en la zona del Rocío, debido a que la mayoría de las calles no están asfaltadas y por la particularidad del territorio, la población en días de temporal no sale de sus casas. Sin embargo, la adherencia fue muy buena, se realizaron distintas actividades: relatando un poco de historia en relación a la conmemoración y el porqué del día, se visibilizó y debatió sobre los casos de Tehuel e “Higui”, compartiendo experiencias de acoso callejero, de violencia doméstica, entre otras cosas. Se pudo visualizar que muchas de las mujeres tenían saberes recabados de medios de comunicación o imaginarios sociales sobre los temas conversados, por tanto se intentó desde el equipo de salud articular dichos saberes aportados por las participantes, con la información que teníamos para brindar. La intención que nos guía siempre es la promoción y ampliación de los derechos, respetando los tiempos subjetivos de la comunidad, ya que al abordar temáticas tan sensibles aparecen diversas opiniones, muchas veces contrapuestas. En relación a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, se brindó información respecto de las Asesorías disponibles en el Municipio de Florencio Varela, ofreciendo espacios de escucha y orientación, como así también se informó respecto a diversos métodos anticonceptivos, recordando los disponibles en el CIC. Se generó un clima de empatía y entendimiento, a la vez que se compartieron experiencias de silencio y angustia por las situaciones por cada una vividas. Por último se entregó y brindó información sobre controles de salud integral, teniendo un rol importante el personal de enfermería, quien focalizó en controles clínicos y no solo ginecológicos. Por otra parte, se conversó respecto de los distintos tipos de violencia de género, ofreciendo información sobre las instituciones a las cuales acudir en caso de encontrarse en una situación de violencia, y los procesos legales o recursos disponibles. Finalmente se inauguró una cartelera de economía feminista en la sala de espera del CIC, para que mujeres con emprendimiento y/o saberes puedan promocionar sus proyectos. Dicha cartelera se fundamenta en la lectura hecha sobre el rol de cuidado asignado a las mujeres, quienes no reciben retribución económica alguna por su labor doméstica. Así como también, haciendo foco en la noción de “feminización de la pobreza”, es interesante destacar la discriminación de género en relación al acceso de recursos económicos, crédito, tierras, ingresos, puestos de trabajo, etc. Estos aspectos permanecen invisibles si no se realiza una lectura de las desigualdades específicas de modo cultural e históricamente situadas (Aguilar, 2011; p. 129).
A partir de este encuentro pudimos identificar algunas de las necesidades reales de las mujeres. Durante el encuentro, ellas mismas han propuesto, como pedido, la conformación de un grupo de mujeres con sede en el CIC, para abordar la complejidad de las problemáticas mencionadas y los atravesamientos en salud, permitiendo compartir vivencias, acompañándose y construyendo herramientas mediante el espacio creativo que permite la grupalidad.
Sumamos experiencias
Sabemos que la intervención es una articulación entre conocimiento y acción , donde confluyen distintos proyectos tanto el profesional como el proyecto de sociedad. Nuestros proyectos coinciden en ampliar el acceso equitativo, al servicio de salud integral de calidad , centrado en las personas y comunidades, apuntamos a servicios de redes integradas con atención, promoción y prevención multidisciplinarias. En relación a esto relatamos experiencias realizadas de jornadas que apuntan a ello:
Jornada control niñe sano (23 de febrero 2022) Jornada en la plaza “Las Américas” (4 de octubre 2021)
Estás jornadas son una apuesta al trabajo comunitario, diseñado y planificado con elles en pos de una mejor atención, promoción y prevención. La Jornada de niñe sano, no solo fue control pediátrico, se planificaron actividades de promoción y prevención, tales como charlas con les niñes y familias sobre alimentación saludable, compartiendo con los grupos, kits para el armado de primera huerta con niñes, con su respectiva charla de información. Se realizaron controles de salud pediátrico, odontológico, que culminó con un momento de encuentro entre las mujeres y el equipo.
Este trabajo se hace de manera interdisciplinaria con médicos, pediatras, psicólogos, trabajadores sociales, odontólogos, enfermeras y demás profesiones. La planificación estratégica con la comunidad, se basa en un enfoque mixto que articula tanto lo cuantitativo como lo cualitativo, realizando un proceso inductivo y recurrente que analiza las realidades subjetivas de la población con su participación activa. Utilizando elementos propios de cada profesión tales como la observación, la escucha, la entrevista y el diálogo intercultural. Esto nos permite como equipo tener profundidad y amplitud en los significados que la población le da a los problemas de salud, a la vez que contextualiza los fenómenos.
Jornada de Intercambio (diciembre 2021)
La jornada de intercambio fue un espacio donde se compartieron saberes y plantas y semillas que trajeron los vecinos al CIC para intercambiar entre elles y con el equipo. Estas jornadas son de gran participacion, incluso se acercan personas que no forman parte del grupo.
Queremos sumar el lugar preponderante que le otorgamos a la interculturalidad e intersaberes. Muchas veces respondemos al sistema biomédico hegemónico, que el único saber que toma por válido es el científico. Al respecto entendemos que es importante el diálogo intercultural en todas las intervenciones, para alcanzar un nivel de comprensión aceptable, es decir “cuando un grupo comienza a entender y asumir el significado que las cosas y los objetos tienen para el otre”5
Como equipo comunitario de salud, entendemos que los saberes de quienes huertean y de la comunidad en sí, son herramientas construidas para armar estrategias de protección, supervivencia y de sociabilidad. Pretendemos desarrollar y validar esos saberes, sabemos que es un desafío, dado que es un campo lleno de fricciones. Por tanto apuntamos a la participación social real de la población y de quienes se encuentran huerteando, con el armado de jornadas, grupos.
De acuerdo a lo anteriormente mencionado, nos parece pertinente hablar sobre la intersectorialidad y volver a remarcar la participación de organizaciones que hacen posible el proyecto.
Conclusiones
Queremos enunciar como trabajadoras de la salud, que constantemente nos encontramos con obstáculos institucionales en el cotidiano de nuestro trabajo, y si bien aspiramos a la transformación de los servicios de salud, las circunstancias limitan y dificultan el real armado del trabajo. Dichas controversias responden a un sistema de salud de corte asistencialista, inserto en el sistema capitalista que tiende a reducir el gasto y acotar los espacios.
Las experiencias logradas y vividas con el grupo de huerta del Rocío, post pandemia, son beneficiosas y de gran aprendizaje, nos llenan de desafíos ante el escenario mundial tan cambiante. Apuntamos a la construcción de un saber con la comunidad, a un saber popular con un sistema de salud integrado, que responda a las necesidad reales de la comunidad, que construya junto con ella y acompañe los procesos sociales.
Todo el desarrollo de las estrategias propuestas, se encuentra basada en el marco de la Atención Primaria de la Salud Integral, entendida como una estrategia ordenadora de los sistemas de salud con lógica universalista y basada en la idea de derecho, haciendo hincapié en la participación de la comunidad en la planificación y control del proceso estratégico y en la colaboración y coordinación intersectorial (Stolkiner y Solitario, 2007). Se destaca la necesidad de que la APS oriente nuestras prácticas de forma comprensiva, participativa, culturalmente respetuosa, intersectorial y flexible a las necesidades cambiantes de la comunidad con la que trabajamos. Nos guía el propósito de construir una creciente participación de la población y de les trabajadores de salud en una alianza sinérgica por el derecho a la salud (Rovere, 2018).
Para finalizar, retomamos el concepto de Paulo Freile (s/d) cuando habla del “inédito viable”, ya que nos movemos hacia un nuevo modelo de vida, de salud y de confluencia de paradigmas. Apuntamos aquello que no se ha logrado, ni implementado aún, pero tiene los elementos potables y potenciales necesarios para lograr el objetivo. Apuntamos a la salud como producto, producto de los equipos de salud, de la comunidad y sus saberes, del territorio y sus disputas, de la política y sus luchas y de la ciencia y sus desafíos.
Bibliografía
Aguilar, Paula Lucía, La feminización de la pobreza: conceptualizaciones actuales y potencialidades analíticas. Revista Katálysis [Internet]. 2011;14(1):126-133. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179618775014
Artaza Barrios, 2017 “Transformando los servicios de salud hacia redes integradas: elementos esenciales para fortalecer un modelo de atención hacia el acceso universal a los servicios de calidad en la Argentina” Introducción y Cap 2
Dibbits, I. (2010). Entrevista con Ineke Dibbits. “La interculturalidad debe apuntar a la actitud de asumir positivamente el estado de la diversidad cultural” En: Revista RETS – Red internacional de Educación de Tecnicos en salud. Año 2 Nº6 abril/mayo/junio 2010.
Declaración de Astaná, (2018). Organización Mundial de la Salud
Madrid, L. Concepciones en torno del proceso salud-enfermedad-atención. Malnutrición e intervención profesional. EN: Paradela, L; Redondi, V. Salud y Trabajo Social: Procesos de intervención y organización colectiva por el Derecho a la Salud. CATSPBA. 2019.
Meler I (2012). Las relaciones de género: su impacto en la salud mental de las mujeres y varones. En Burin Mabel, Irene Meler, Débora Tajer, Juan Carlos Volnovich, César Hazaki (compilador) La crisis del patriarcado . Buenos Aires. Topia
Menendez, E. Salud pública: sector estatal, ciencia aplicada o ideología de lo posible. EN: Paradela, L; Redondi, V. Salud y Trabajo Social. Procesos de intervención y Organización Colectiva por el Derecho a la Salud. CATSPBA. 2019.
Rovere, M. (2018). La atención primaria en la encrucijada: desplegar su potencial transformador o quedar instrumentados en una nueva ofensiva privatizadora. Universidad Nacional de Rosario, Centro de estudios Interdisciplinarios, Maestría en Salud Pública.
Stolkiner A. y Solitario. (2007). “Atención Primaria de la Salud y Salud Mental : la articulación entre dos utopías”.
Zygmun, Bauman (2003), “Comunidad. En busca de la felicidad en un mundo hostil”, Madrid: Siglo XXI.
ANEXO
Jornada en la Plaza “Las Américas” (4 de octubre 2021)
Jornada de Intercambio (diciembre 2021)
Jornada control niño sano (23 de febrero 2022)
Jornada por el Día Internacional de la mujer (8 de Marzo 2022)
Visita a las huertas domiciliarias de los usuarios desde el equipo de salud
Mujeres del proyecto y equipo de salud
Artaza Barrios, Transformando los servicios de salud hacia redes integradas: elementos esenciales para fortalecer un modelo de atención hacia el acceso universal a los servicios de calidad en la Argentina.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es un organismo público descentralizado con autarquía operativa y financiera, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Agricultura y Pesca de la Nación.
El Rocío, es un barrio perteneciente a la localidad de Bosques en el Partido de Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires. Dicho barrio es el área programática del CIC.
Pombo, Victoria La inclusión de la perspectiva de género en el campo de la salud. Disputas por la (des)politización del género.
Entrevista a Ineke Dibbits “La inter-culturalidad debe apuntar a la actitud de asumir positivamente el estado de diversidad cultural” menciona”
Autoras
Chappani Alejandra Beatriz Chappani (Lic. en Psicología/Jefa del equipo de salud CIC)
Sonia María José Gastelu (Lic. en Trabajo Social /Planta)
Melina Anahid Luna (Lic. en Psicología/Residente)
Oriana Sofía Makara (Lic. en Psicología/Residente)
Romina Ayelén Mengarelli (Lic. en Trabajo Social/Residente)
Evelyn Judith Sanchez (Lic. en Trabajo Social/Residente)