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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

CIPAV es una Coordinación que depende de la Secretaría de Salud Pública e Higiene del Municipio de Berazategui. Allí recibimos a víctimas -adultos, niños, niñas y adolescentes- de todo tipo de violencias, familiar, económica, psicológica, así como abuso sexual infantil.
Somos un equipo de profesionales de distintas áreas, Derecho, Psicología, Trabajo Social, así como también contamos con Asistencia Administrativa y Policial. Como equipo intervenimos en situaciones de violencia, ayudando en la recuperación anímica y en la reparación jurídica de las personas víctimas.
Al hablar de recuperación anímica nos tenemos que remitir inmediatamente a las consecuencias de todo hecho de violencia que adscribe a la categoría de trauma.
Así, el equipo de CIPAV recibe a la víctima, quien se presenta de forma espontánea, o derivada por algún organismo judicial que requiera nuestra intervención, o directamente nos dirigimos donde se encuentre la persona afectada y su familia, para comenzar a intervenir con nuestra presencia en el lugar, y esto de forma inmediata para evitar que ciertos daños se cristalicen.
En un primer encuentro, los profesionales en atención interdisciplinaria, intentarán comprender la dimensión del daño que el hecho traumático haya ocasionado porque toda vez que una persona sufre una situación violenta pueden verse alterados los supuestos sobre los que se organizaba su vida. Por eso se necesita de cierto tiempo para procesar y tratar de asimilar lo sucedido. Los profesionales tratarán de construir un vínculo de confianza, contener ansiedades, remordimientos e incluso dar un lugar a la sintomatología física.
La persona afectada y su grupo familiar están vulnerados. Desde nuestro abordaje se buscan intervenciones conjuntas, trabajo en red, coordinando con reparticiones públicas y no gubernamentales, tanto de orden municipal, como provincial o nacional, para propiciar un acceso rápido a la justicia, a la salud, a la vivienda, a la educación, a la identidad y a tantos otros pilares que hacen a la subjetividad que, a causa de la violencia, pudieron haber quedado arrasados.
Así cada sujeto con sus tiempos, en la medida en que vaya encontrando una red de apoyo y que se encamine hacia la verdad y hacia la justicia, podrá ir construyendo un nuevo proyecto de vida bajo una posición, esta vez, activa.
CASO MODELO.
Para ilustrar mejor cómo se trabaja desde nuestro dispositivo vamos a presentar el caso de Marina, una joven de 19 años actualmente.
Ella es físicamente muy llamativa y contrasta dicho atractivo con una enorme ingenuidad. Como si Marina no quisiera crecer, o tal vez hubiera quedado detenida en alguna edad específica.
Hace unos años atrás, su abuela materna, la Sra. Irma, se enteró por un llamado desesperado de su nieta que era abusada por el padrastro, con pleno conocimiento de su hija, hecho que venía sucediendo desde hacía seis años. Irma no dudó en realizar en forma inmediata, la denuncia en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Berazategui, desde donde la derivaron a nuestra Coordinación. En aquel momento, la
progenitora tomaría la postura que mantendría a lo largo de todo el proceso penal, creerle a su pareja, al imputado y dejar a su hija desamparada, psicofísica y emocionalmente. El padrastro de Marina, personal policial, había abusado de ella durante largos años, con la connivencia de su esposa, quien se presume que tenía motivos económicos para sostener y propiciar dicho abuso, fomentando muchas veces, espacios y tiempos para que esto sucediera, dejando en manos de él, todas las decisiones sobre la niña, que generalmente se convertían en canje: salís si…tal cosa, o te compro si….tal otra.
Es así que conocimos a Marina y a su abuela, una señora de modales correctos y pensamientos muy lineales, sin vueltas. Irma sorprende siempre por sus expresiones, por su dramatismo al relatar cualquier situación. Ella es todo lo que su nieta calla. Llegaron ambas sumidas en angustia pero con la certeza de haber iniciado un camino correcto.
En CIPAV las recibió un equipo de dos psicólogas y una abogada. Ambas fueron contenidas en aquel primer momento, recibiendo espacios individuales donde puedan dar este primer gran paso de construcción, de inicio de un vínculo de confianza.

-INICIO CAUSA PENAL-PRONTA DETENCION DEL IMPUTADO

Entretanto, los profesionales del área legal tomábamos contacto con los organismos actuantes en el caso hasta el momento: la Fiscalía de Instrucción y Juicio y el Juzgado de Garantías con quienes nos comunicamos inmediatamente para hacerles saber que estábamos asistiendo a esta niña junto a su abuela en CIPAV y atento que el imputado pertenecía a la Policía Federal, también establecimos contacto con autoridades de esa fuerza, dando inicio al sumario administrativo pertinente y logrando la pronta detención. DESDE LA DENUNCIA HASTA LA DETENCIÓN DEL IMPUTADO TRANSCURRIÓ MENOS DE UN MES. La causa fue rápidamente elevada a Juicio, interviniendo la Fiscal de Juicio del Depto. de Mercedes, quien amablemente aceptó comunicarse mediante videoconferencia. La fiscal se mostró muy interesada en la protección de Marina, ya que se enteró de la llamativa cercanía de esta madre, al recibir a Marina y a su abuela. Ambas en ese momento tomarían conocimiento de la declaración de la misma, en la que culpaba a su hija de los hechos ocurridos. Una vez más, la madre de la menor la dejaba sola ante este pedido de justicia, pero su abuela estaba ahí protegiéndola y los profesionales de CIPAV conteniendo a ambas en estos momentos especialmente duros, que sabíamos, llegarían. En esa oportunidad, también supieron que la madre estaba imputada, y que podría recibir la misma condena que el abusador. Tanto Marina como su abuela se sintieron muy angustiadas desde ese momento. En este punto es donde la asistencia psicológica brindada en Cipav jugó un papel crucial: lograr que tanto la menor como su abuela no flaquearan en su lucha por justicia, aun implicando a su propia hija y madre respectivamente. En cuanto a la Justicia de Familia, acompañamos a esta abuela a transitar el camino hacia la obtención de una Guarda Provisoria, a tramitarse en el departamento judicial de Quilmes, debido a su residencia en el partido de Berazategui.
Desde CIPAV, ayudamos a Irma para que en Defensoría de Pobres y Ausentes la asistan y den inicio a la guarda de Marina. En su momento, nos comunicamos con las autoridades para que den turno a esta abuela cuyos ingresos eran muy bajos para afrontar los servicios de un letrado patrocinante particular. Esta abuela que ahora se hacía cargo de su nieta, en todos los sentidos posibles. Al iniciarse el pedido de Guarda en el Depto. judicial de Quilmes, nos comunicamos inmediatamente con el Juzgado de Familia interviniente, a fin de enviarles un informe con las particularidades del caso y ante el peligro sobreviniente de obstrucción de los procesos judiciales por la madre de la menor, quien intentaba por esta vía el REINTEGRO DE SU HIJA, solicitamos se arbitren los medios para restringir el acercamiento de la madre a la niña. Fue así que en oportunidad de celebrarse audiencia en el marco del art. 12 de la Convención de los Derechos del Niño, a fin de que Marina mantenga una entrevista con su Señoria; el Juzgado resolvía la prohibición de acercamiento de la madre hacia su hija y a su abuela, y de salida del país de la menor sin autorización judicial, así como decidió otorgar la Guarda Provisoria a la abuela. Marina tenía otra oportunidad valiosa de ser oída: en Cipav le explicamos qué significaba esa audiencia y lo importante que era para confirmar su decisión, que deseaba ser cuidada y protegida de ahora en más por su abuela, en carácter de guardadora, y que su palabra esta vez sí sería creída y tenida en cuenta. Mientras las entrevistas psicológicas de contención victimológica continuaban a lo largo de las semanas, otra parte de nuestro equipo realizaba visitas domiciliarias a la casa donde Marina vivía con su abuela materna. En las entrevistas psicológicas, la abuela trabajaba sobre la convivencia con su nieta adolescente, su nuevo rol, la puesta de límites. Marina, a su vez se cuestionaba el lugar de ella para con su madre, apelando todo el tiempo a lo creativo como una vía de transformación del dolor que fue apareciendo en las entrevistas. Desde los espacios terapéuticos se acompañó a Marina por el pasaje de la Cámara Gesell. Superó su mayor temor, cruzarse con el imputado o su madre y no poder decir lo que tenía para contar, su verdad. Finalmente, logró dar una declaración clara y contundente que brindaría la base probatoria de la investigación penal.
Paulatinamente Marina e Irma fueron cambiando hacia una postura activa. La joven redactó una extensa nota que presentó ante la Suprema Corte de Justicia de la Pcia. de BsAs. solicitando que se aceleren los tiempos que faltaban para el debate oral. Irma concluyó con todo lo necesario para obtener la guarda definitiva, completó el calendario de vacunación de su nieta y efectivizó los controles médicos correspondientes, tramitó ante ANSES la asignación por la joven e incluso ideó y puso en marcha un emprendimiento económico que la ayudará en el futuro para el sostén de ella y su nieta. En cada una de estas acciones estuvo el equipo de CIPAV escuchando, orientando y re-evaluando el rumbo.
Nieta y abuela avanzaron. Pero también tuvieron momentos de crisis, situaciones que representaron momentos de ruptura e incertidumbre.
Avanzando en su adolescencia y en la búsqueda de su propia identidad, Marina comenzó a presentar conductas desafiantes con su abuela, y luego de varios desacuerdos decidió irse del domicilio, buscando quizás un lugar que le diera respuestas acerca de su propia identidad. Transitó por la casa de sus amigas, de un novio y también de familiares maternos. Y en medio de toda esta búsqueda que representó un momento de muchísima angustia para su abuela Irma, fue contactada por su madre. Y le ofreció todo lo que Marina había fantaseado hasta el momento, una madre que se mostraba arrepentida y la ayudaba a creer que a pesar de los años transcurridos, era amada por ella.
Este momento generó mucha incertidumbre, no solo para Irma sino para todo el equipo de CIPAV , a un paso de celebrar un juicio en contra de su madre y su pareja, Marina peleaba por vivir con su madre con toda su ilusión y nos pedía que la recibieramos en su arrepentimiento.
Como equipo continuamos acompañando la labor de la abuela, le dimos un lugar a su angustia y a las preguntas que parecían no tener respuesta. Y también acompañamos a Marina, acompañándola a reflexionar sobre sus sentimientos y a reconocer sus necesidades.
Marina convivió con su madre dos semanas, y durante esta convivencia donde todo se mostraba aparentemente ideal, descubrió mensajes donde su madre continuaba en contacto con el abusador y planificaba sacarle información útil a la joven para ser utilizada en el cercano juicio celebrado en contra de los dos.
El trabajo que continuó fue arduo. La ilusión de que su madre se encuentre arrepentida de haber permitido el abuso reiterado en su infancia se desarmó, y representó un período donde Marina requirió mucha contención presentando nuevamente sentimientos de desamparo y desamor.
Se trabajó tanto con Marina como con Irma, brindando espacios donde ambas pudieran reconstruir un vínculo de confianza que se había roto.
Se gestionaron espacios de psicología para Marina y de psiquiatría para Irma , considerándolos necesarios para continuar avanzando. Luego de largos meses, Marina e Irma pudieron volver a convivir juntas, intentando respetarse en los espacios y las decisiones de cada una de las dos.

Celebración del Juicio
Luego de trabajar en la reconstrucción del vínculo entre Irma y Marina, el equipo de CIPAV acompañó a ambas en los preparativos para el día del juicio donde se revivirán sentimientos y situaciones dolorosas para ambas.
Marina pudo contar su verdad, finalmente pudo ser oída. Convertida en una adulta con un pasado doloroso, logró hacer frente a los sentimientos que tiempo atrás la desarmaban y brindó una declaración pormenorizada de los hechos que atravesó. Pudo identificar los sucesos que tanto dolor le causaron y los sentimientos de desamparo que sintió frente a la actitud de su madre.
Irma por su parte, logró vencer la angustia que la atravesaba toda vez que se observaba defendiendo a su nieta pero acusando a su hija, brindando una declaración clara y objetiva de los hechos.
Nuestros profesionales no solo acompañaron presencialmente a la familia, también prestaron declaración frente a la justicia dando cuenta de los avatares que debieron atravesar tanto Irma como Marina para llegar a este momento.
Finalmente la justicia se expidió: la madre de Marina fue declarada no culpable, el padrastro de Marina fue declarado culpable de todos los cargos por los que se lo imputó y condenado a 30 años de prisión.
El veredicto trajo aparejado una nueva etapa de acompañamiento. En los días sucesivos al juicio se prestó colaboración para lidiar con sentimientos de culpa, de tristeza y melancolía especialmente en Irma, quien requirió nuevamente de nuestro espacio para sentirse acompañada y contenida.
Hoy Marina trabaja de manera independiente, y convive en la casa de su abuela compartiendo terreno pero contando con un espacio propio. Irma se encuentra jubilada, llevando adelante pequeños micro emprendimientos. Ambas lograron encontrar un equilibrio que les permite establecer vínculos sanos.
Al día de hoy, tanto para Marina como para Irma, nuestra Coordinación es un centro de referencia, al cual acuden no sólo por lo que las motivó a concurrir aquella primera vez, sino ante cualquier situación o duda que tienen.
Irma ha logrado detectar situaciones de violencia atravesada por mujeres conocidas solicitando nuestra asistencia en ellas, dando cuenta de que la contención recibida la llevó a comprender el verdadero sentido del acompañamiento victimológico.
Uno de tantos ejemplos de que luego de un tiempo, el psiquismo, en red sigue su camino y se recompone. Y que el trabajo comprometido de instituciones especializadas en la materia es fundamental para la recuperación de las víctimas de cualquier situación de violencia.

 

Autoras: 

Tamara Espinosa (Psicóloga Cipav)
Mariela Santancini (Abogada-Coordinadora Cipav)

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