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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Durante estos años la sociedad argentina estuvo expuesta a diferentes mensajes que no solo demonizan a los sectores populares, también lo realizan con las políticas públicas, a las cuales denominan planes sociales, desde lo discursivo estos integrantes del poder real integrado por los medios de comunicación, partidos políticos neoliberales, terratenientes, han logrado fragmentar la sociedad estigmatizando a las clases y gobiernos populares, transformando al beneficiario de una política pública en un hereje, indigno, vago.

Los derechos sociales surgidos en Argentina durante el primer Peronismo, dados en una batería de políticas públicas, no son percibidas por la sociedad actual, ya que están asumidas cómo derechos consagrados, en este sentido, los golpes militares y la llegada del neoliberalismo, buscaron estigmatizar, y derrumbar esas políticas públicas, ejemplo de ello es el cambio del sistema de reparto por las AFJP, luego de la crisis del 2001, el estado de pauperismo social, y la crisis institucional que provocó la renuncia de Fernando De La Rua, ya para este tiempo un medio como clarín marcaba agenda, un evidente ejemplo de ello, son las primeras planas arengando la vuelta como ministro de economía a Felipe Cavallo, impulsor de la convertibilidad en el gobierno de los ’90 de Carlos Menem, nombrado como “el padre de la criatura”. Con esto referimos al poder del medio creando sentido común.

En esta crisis la desindustrialización quedó fuertemente marcada, con niveles de desocupación de dos dígitos, al mismo tiempo, un crecimiento de la pobreza que trepo al 53%. Las políticas públicas tomaron un rol fuertemente asistencial y focalizado, situación que no satisfacía las necesidades básicas, las organizaciones sociales exigían soluciones ante la emergencia social, que termina con el gobierno de Duhalde con la muerte de Kosteki y Santillán en la estación del tren Roca en Avellaneda.

La llegada al gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, no solo generaron un cambio radical en la situación social, sino que también, pusieron de nuevo a la política pública como aportador de derechos, es en este momento que a los factores de poder, se sumó el poder judicial, judicializando por medio de noticias falsas cada acción de derecho promovidos por políticas públicas, con la vuelta del neoliberalismo está situación fue un retroceso y los factores de poder estigmatizaron aún más a los beneficiarios de políticas públicas con perspectivas de derechos, de esta manera, vuelve a colocar a los beneficiarios en la situación de herejes, vagos etc. Con la particularidad de crear una división en todos los sectores populares, y perder la noción de políticas públicas de todos los beneficiarios.

En estos niveles de pérdida de poder adquisitivo, generados por el neoliberalismo de 2015-2019, la pandemia y la guerra en Ucrania, la imposibilidad de generar puestos de trabajo en el corto plazo, y las realidades diversas ¿Cuál o como deberían plantearse las políticas públicas?

Vos ¿Sos beneficiario de un plan?

Parece una pregunta al aire, pero como mencionamos anteriormente el sentido común generado por los factores de poder, coloco a las políticas públicas renombrándolo cómo planes sociales, esto lo podemos visibilizar fácilmente, es por ello que salí a la calle a preguntar a las personas si ¿Conocen alguna política pública? 9 de 10 me respondieron no saber, pero cuando enumere las siguientes la respuesta fue instantánea, vacaciones: un derecho porque trabajo, jubilación: un derecho porque aporte, AUH: un plan social, calendario de vacunas: una obligación del gobierno PROGRESAR: un plan social, Conectar Igualdad: un plan social. De esta manera analizando las respuestas la políticas públicas del primer Peronismo están adquiridas como un derecho obligatorio, mientras que las últimas como planes marcando el sentido común generado.

Sabemos que la Asignación familiar es el reemplazo del salario familiar la diferencia entre ambos es que al último lo pagaba el empleador, y el otro lo hace el ANSES a los trabajadores formales, mientras que para los trabajadores informales se denomina AUH (Asignación Familiar por Hijo) a los trabajadores formales que les pregunté sobre si cobraba la Asignación familiar, todos se encargaron de resaltar que no cobran la AUH, y que ellos aportan para sus hijes. O ante la pregunta (caracterizando la definición política pública como plan) ¿recibís un plan social? La respuesta inmediata es “yo trabajo y pago mis impuesto, el gobierno a mí no me dan nada” cuando contrapongo ¿y la salud, la educación? Ellos respondieron son obligaciones del estado no planes sociales.

Sentido común vs igualdad y equidad. Los desafíos de las políticas públicas.

Con el actual contexto de incertidumbre que socialmente se encuentra la argentina, con niveles altos de pobreza, desocupación e indigencia, una inflación por expectativa de inflación (los empresarios prevén que habrá aumento y aumentan fijando un porcentaje futuro de aumentos), inflación del sector externo, sumados a una deuda externa imposible de pagar, fuga de capitales, y la difícil situación de generación de empleo a corto plazo.

La disyuntiva en esta coyuntura, pensar la política pública deja de ser una solución de emergencia asistencial, asimismo, nos coloca en pensar las futuras Políticas públicas con perspectivas de derechos, es decir, con los avances tecnológicos en los procesos de producción ¿Es posible pensar en un país con pleno empleo? Y si es posible ¿En cuánto tiempo será? ¿Puede el pueblo esperar ese tiempo? Cuánta incertidumbre y amenaza al porvenir, cuánta decisión política y pacto social debería transitar este complejo camino.

El primer desafío, quebrantar el sentido común que pesa sobre las políticas públicas demostrando que estas son una oportunidad de crecimiento para las familias, es por ello que no es descabellada la idea de un ingreso universal, es brindar a las familias poder adquisitivo, con la finalidad de aumentar la demanda esto impactará en que las empresas deban producir y así aumentar la capacidad ociosa transformando al ingreso en salario y asegurando los derechos humanos de todos los sujetos, y una capacidad del Estado para redistribuir y generar riqueza.

El segundo desafío, la necesidad de dar protagonismo a la economía popular, cuya finalidad será la generación de nuevas alternativas contra los monopolios, oligopolios y el capitalismo mundial, cada vez más cerrado y desigual.

El tercer desafío, recuperar los recursos estratégicos del país, en favor de construir la verdadera soberanía energética, quitando el monopolio de las empresas prestadoras que demuestran su ineficiencia cómo prestadores de servicios y eficiencia generando sus propias ganancias en perjuicio del pueblo.

Las luchas sociales en nuestra historia están manchadas de sangre y dolor, ellas evidenciaron la necesidad y aplicación de políticas públicas, no siempre estás crearon igualdad. La mirada desde este recorrido es generar un país igualitario y equitativo, no puede existir igualdad sin equidad, generar oportunidades es parte de ello, el crecimiento colectivo mediante la solidaridad es el factor fundamental de los derechos humanos y la inclusión, refundar la sociedad es fundamental, cuando el estado es la herramienta protagónica en la intervención del territorio las desigualdades se reducen radicalmente. Un nuevo mundo asoma y no es como lo habíamos imaginado pero podemos llegar a lograrlo.

Autor: Leonardo Nicolás “Chapa” Chasampi. Estudiante de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.

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