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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

Introducción

La siguiente presentación tiene como objetivo dar a conocer el programa y compartir las experiencias socio-comunitarias con las adolescencias que ingresan al equipo de Responsabilidad Penal Juvenil en el acompañamiento de sus trayectorias y proyectos de vida, en sus contextos cotidianos con el fin de proteger y promover sus derechos, utilizando como premisa la palabra y voluntad de cada une articulando con las políticas públicas.

De este modo y como decisión política que acarrea nuestras intervenciones, proponemos comenzar a través de un recorte del texto Lo que está mal en el mundo de G. K Chesterton.

“Hay que empezar por algún lado y empecemos por una visera. Cualquier otra cosa podría ser, pero una visera es una de esas cosas que hoy son inexorables y que son la piedra de toque de toda una época. Si hay cosas en su contra, hay que acabar con esas otras cosas. Si los vecinos, las leyes y los gendarmes están en su contra, habrá que acabar con los vecinos, las leyes y los gendarmes. Con una visera prenderé fuego a toda la civilización moderna. Porque una visera debe poder mostrarse por el barrio. Porque debe vestir una cabeza libre, no debe tener un barrio esclavo; porque no debe tener un barrio esclavo, debe tener una ciudad libre, antiracista y que no haga mulear a sus pibes: porque debe tener una ciudad libre, no debe tener policías, ni jefes, ni vecinos propietarios y criminalizadores; porque no debe haber policías ni jefes ni vecinos, debe haber una redistribución de la propiedad; porque debe haber una distribución de la propiedad, debe haber una revolución. La visera a la que acabo de ver pasar en la esquina, no debe ser perseguida, ni insultada, ni cortada; todos los reinos de la tierra deben ser mutilados y destrozados para servirle a ella. Ella es la imagen humana y sagrada; a su alrededor la trama social debe oscilar, romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos caerán, pero no habrá de dañarse una visera.”(Chesterton; 2018)

Desarrollo

El equipo de Responsabilidad Penal Juvenil se encuentra enmarcado en la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia del Municipio de Quilmes siendo el mismo un  dispositivo interdisciplinario donde conviven perspectivas que intentan poner en relevancia las lecturas de cada disciplina apuntando a la construcción conjunta a favor de les pibis. 

El mismo surge en el año 2022 a partir del diagnóstico de la Subsecretaría teniendo en cuenta las recomendaciones nacionales como la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y la Dirección Nacional para Adolescentes Infractores de la Ley Penal (DINAI) las cuales orientan sus prácticas a favor de una justicia restaurativa la cual contempla a les agentes (equipo, juventudes y sociedad) como medio para la reconstrucción del lazo social. Como dinámica de intervención utilizamos la presencia, la pertenencia y la participación en la conformación de vínculos que creamos y co-construimos con las adolescencias, siendo así que cada pibi es a su vez, parte de las decisiones. 

Cabe destacar en primera instancia que como equipo, nos posicionamos teórica y prácticamente en la perspectiva de derechos, utilizando la 13.298 (Ley de promoción y protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes de la Provincia de Bs. As) en concordancia con la 13.634 (Principios generales del fuero de familia y fuero penal del niño, niña y adolescentes de la Provincia de Bs. As) reconociendo a les jóvenes como capaces, competentes y sujetes activos en la toma de decisiones.

Además de ello, el equipo presenta una fuerte impronta territorial, entendiendo que es fundamental para el abordaje integral y democratico, la presencia en territorio. Dicha presencia garantiza un acercamiento, que ninguna otra modalidad habilita. Se puede decir que el territorio es un concepto y una categoría social construida, que puede ser comprendido como una dialogía. Es por un lado, un espacio geográfico delimitado, y a la vez, es escenario de lo cotidiano, del día a día, donde se construyen significados y se trazan límites, donde se establecen vínculos y relaciones, donde se arman y desarman escenas. Entendemos que la presencia en territorio es fundamental y que es una impronta del equipo, poder acompañar y sostener espacios con los jóvenes y sus familias, en los contextos en los cuales se desenvuelven. El territorio habilita a tener un termómetro de las distintas dinámicas socio-comunitarias, que se presentan tanto en el ámbito de lo privado (los hogares) como en el ámbito de lo público (las calles y los pasillos). Dicho termómetro permite tener una aproximación más cercana a los contextos en los cuales los pibes y las pibas desarrollan sus prácticas cotidianas, donde y de qué forma “ranchean”, se juntan, y de cómo van configurando y reconfigurando esos espacios y códigos. 

Dentro de nuestra trayectoria pudimos observar algunos indicadores que son necesarios nombrar y reconocer al momento de llevar adelante la praxis. Dentro del período enero-mayo 2024, contamos con 32 situaciones siendo todas ellas pertenecientes de barrios populares del distrito, sin presentar las necesidades básicas satisfechas: con dificultades en el sostenimiento de la trayectoria educativa, con complicaciones a nivel habitacional, con poco o nulo acceso a la salud. Es decir, la mayoría de les pibes  ingresan al equipo con derechos que no están siendo garantizados. Encontrándonos posiblemente con escenarios que  fomentan prácticas de violencia en la vida de cada pibi, los cuales se replican constantemente en las distintas esferas del día a día, en las escuelas, en los hospitales, en las calles, en los hogares, en los barrios, en los centros cerrados, en las instituciones en general las cuales utilizan jerarquías de poder y la perspectiva adultocentrista para reforzar los sesgos de clase y género. 

“La violencia es un ejercicio de endurecimiento, una manera de acostumbrarse al dolor. El dolor que llega no sólo con las peleas sino también con el calor, el frío, el hambre, la envidia, los insultos y las palabras que hieren. Pero también la violencia forma parte de las reglas del juego, un juego sin fin, un juego que no siempre eligieron. Porque los riesgos que corren tienen la capacidad de anestesiarlos, blindados del cotidiano heredado.” (Alzueta; 2021)

Junto con los y las jóvenes que se encuentran insertos en ámbitos donde la violencia se constituye en un cotidiano, el desafío del equipo es generar dentro de los marcos de las posibilidades, otras formas de transitar dicho cotidiano y los distintos espacios que hacen a su día a día, con prácticas y registros de cuidado, utilizando como guía de las intervenciones el cariño y la ternura.

Continuando con la caracterización de la población con la que este equipo trabaja, además de los 32 ingresos que se registran en el periodo de enero-mayo del corriente año, se le suman treinta y cinco situaciones que se viene realizando el seguimiento desde el año 2022. De todas ellas, solamente cinco están cursando medidas de seguridad en diferentes centros cerrados de la Provincia de Buenos Aires, dispuestas por el poder judicial. Dichos centros cerrados, muchas veces llamados “centros de contención”, se encuentran distribuidos principalmente por la Ciudad de La Plata en el complejo conocido como “Abasto”, en Glew partido de Almirante Brown, y en la Ciudad de Dolores. En este apartado utilizamos la corresponsabilidad como bandera, en el trazado de estrategias y  líneas de acción a trabajar en base a la singularidad de cada pibi. Con una frecuencia sostenida en el tiempo, el equipo se acerca a los distintos espacios a sostener instancias de encuentro y entrevista con les distintos jóvenes. 

Conclusiones

A modo de conclusión creemos que hay tres conceptos que surgen en los intercambios con les pibis, los cuales delimitan “la cancha” y nos enseñan el camino de los posibles futuros siendo estos: la escucha, el contenido y la palabra.

Sabiéndonos como parte del Estado y entendiendo las limitaciones y beneficios que esto conlleva en el sostenimiento de recursos, de equipos de trabajo,  de burocracia, tiempo y distintos demases, nuestra responsabilidad profesional recae en la búsqueda (y en la disputa) de equilibrar aquello en lo que tengamos injerencia, fomentando entornos amorosos y respetuosos para les pibis entendiendo a su vez, que la coyuntura actual da el visto bueno a lógicas, dialectos y prácticas que tienen mayor interés en cuidar más la propiedad privada que la propia vida de nuestros pibis.

En relación a esto último compartimos el recorte de Ulloa que se titula Anales de la educación común 

“Cuando en esta comunidad prevalece el buen trato –uno de los nombres de la ternura– se consolida un contrapoder no agresivo para sí ni para otros. De “trato” proviene tratamiento, algo inherente a la materia con la que las artes y los oficios trabajan. También de él deriva contrato, núcleo ético de todo lazo social entre individuos o naciones. Un contrapoder, este buen trato/ternura, frente a la crueldad en sus distintas formas y grados, inclusive la propia. La crueldad es también una producción cultural, antitética y contemporánea a la ternura…Son los efectos de la ternura, en un sujeto o en el mundo humano, los que hacen frontera a dicha agresividad. Cuando no se establece este límite, la crueldad resulta una patología de fronteras, las intrapsíquicas, a las que he aludido, y las territoriales.” (2005, p.124-125)

La propuesta es entonces, la de traspasar los muros, los portones, los candados, los prejuicios  y permitir el encuentro con el otre en donde todes seamos parte y en donde los nadies, sean alguien pese a llevar puesta la visera. Donde dichos pibes tengan la oportunidad de poder ser oídos pero no en relación a una declaración encuadrada en una audiencia judicial, sino donde les pregunten cómo están y cómo se sienten (o sintieron) sin que haya un dedo qué apunte y que juzgue presente. 

 

AUTORAS/ES:

Albarracin Sofia, Licenciada en Terapia Ocupacional, Universidad Nacional de Quilmes. Estudiante de la Especialización en Terapia Ocupacional Comunitaria. Becaria en Docencia y Extensión. Integrante del Observatorio de Políticas Públicas y experiencias comunitarias en niñeces, adolescencias y vejeces. Trabajadora de la Subsecretaría de Política Integral de  Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes.

Casados Leandro, Estudiante de Trabajo Social, Universidad de Buenos Aires y trabajador de la Subsecretaría de Política Integral de Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes.

Casco Gaston, Estudiante de la Licenciatura en Trabajo Social, Universidad Nacional Arturo Jauretche. Integrante del Servicio Zonal de Berazategui, Provincia de Buenos Aires. Integrante del Centro de Atención Inmediata, SEDRONAR. Trabajador de la Subsecretaría de Política Integral de Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes.

Flores José Luis, abogado egresado de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y trabajador de la Subsecretaría de Política Integral de Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes. Posgrado: Especialización en derechos de niños, niñas y adolescentes. Derecho de Familia en  el nuevo código civil. Capacitación/ Taller de Aplicación de la Justicia Restaurativa, Colegio de Abogados de Quilmes.

Nappa Federico, Abogado con orientación en derecho penal, Universidad Kennedy. Trabajador de la Subsecretaría de Política Integral de Niños, Niñas y Adolescentes de Quilmes. 

Bibliografía

 https://normas.gba.gob.ar/documentos/BdQn1UDV.html

  • Ley 13.634 (2007). Principios generales del fuero de familia y fuero penal del niño, niña y adolescentes de la Provincia de Bs. As https://www.mpba.gov.ar/files/documents/LEY_13634c.pdf
  • Ley 26.061 (2005), de proteccion integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. 
  • Rodiguez A.E (2021): El niño criminal, crecer en las entrañas del rencor. Disponible en El Cohete a la luna
  • Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) https://www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/senaf
  • Ulloa, F (24 de diciembre de 1998) La encerrona trágica en las situaciones de tortura y exclusión social. Pensar el dispositivo de la crueldad. Página 12. Disponible: https://www.pagina12.com. ar/1998/98-12/98-12-24/psico01.htm

 

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