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Universidad Nacional Arturo Jauretche | Instituto de Ciencias Sociales y Administración | Licenciatura en Trabajo Social

Si sufrís violencia de género llamá al 144.

11 de julio de 2023

El 27 de octubre del 2022 en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, se realizó la presentación del Programa voluntariado promotoras territoriales UNAJ. Esta es una iniciativa impulsada por la Licenciatura en Trabajo Social y se encuentra dirigida exclusivamente a las estudiantes de dicha carrera.

Este proyecto surge a partir del trabajo comunitario con perspectiva de género que posee la Licenciada Agustina González, quien además de ser la directora de este programa, es egresada de esta universidad y hoy en día se encuentra desempeñando su rol como docente en la misma. También, debemos mencionar que en este proyecto se encuentra acompañada por los Licenciados en Trabajo Social: Rodríguez, Ariel y Vaicikauskas, Daniela.

Por otra parte, este voluntariado tiene como antecedente en esta Universidad, el protocolo de actuación ante casos de violencia de género (RES 60/18), por medio del cual se busca garantizar el enfoque de género en el abordaje Institucional de las situaciones de violencia y discriminación por género entre los/as integrantes de esta comunidad, brindando el acompañamiento y la orientación necesaria, a través de un equipo técnico designado para intervenir en este tipo de problemáticas.

Para la carrera de Trabajo Social es sumamente importante instaurar instancias de sensibilización y capacitación cuyo eje se encuentren bajo la perspectiva de género. Es así como este voluntariado mediante estas instancias de capacitación, les otorga a sus voluntarias las herramientas necesarias para el acompañamiento integral y la contención de las personas (mujeres y diversidades) que se encuentren atravesando situaciones de violencia por razones de género en el territorio de Quilmes y alrededores.

En nuestro país, en el año 2009, se sancionó y promulgó la “Ley de protección integral, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen su relaciones interpersonales”, en su Art. 4 define a la violencia contra las mujeres como “[…] toda conducta, por acción u omisión, basada en razones de género, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, participación política, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes”. En el Art 5. de la Ley ut supra mencionada aparecen los tipos de violencia contra la mujer y en el Art 6. los modos en que estos se manifiestan. Por lo tanto, esta Ley define que la violencia puede ser ejercida por acción u omisión, del mismo modo podemos pensar que el Estado, desde la omisión de políticas públicas que contemplen las necesidades de las personas en situación de violencia, y las particularidades de las mismas, reproduce la violencia. Es importante destacar que la violencia por motivos de género se produce intra e intergénero. 

No obstante, a pesar de todos los avances en materia legislativa, la problemática de “violencia por razones de género”, continúa hoy en día siendo un flagelo que nos golpea a todos como sociedad. Por este motivo, es muy importante poder definir este concepto, y esto se logra estableciendo cómo nos relacionamos socialmente y las características que adquirimos a partir de patrones culturales y construcciones económicas, políticas y sociales. El concepto de género se constituyó históricamente a partir de determinadas características que se atribuían a lo femenino y masculino. De esta forma, se definió a las mujeres como maternales, sentimentales, débiles, dependientes y destinadas a las tareas de cuidado. Por lo contrario, al hombre se lo relaciono con la valentía, la independencia y un rol de trabajo y proveedor de la familia, estableciendo de esta forma relaciones de poder, que parten de conductas, actitudes y practicas sociales que fundamentan la creencia en la superioridad de los hombres sobre las mujeres, justificando y promoviendo la discriminación, la violencia y la vulneración de los derechos de las mujeres y diversidades, configurando socialmente el sistema al que llamamos Patriarcado y que lamentablemente aún se transmite de generación en generación. 

La autora Rita Segato (2019), sostiene ¨…” que la violencia de género es la primera escuela de las otras formas de violencia. Hay varias formas en la que los hombres son conducidos al ejercicio de la violencia y son vulnerables a la seducción de la violencia, porque han creído en el mandato de masculinidad y han adherido a la corporación masculina, que es la pedagogía de la crueldad” …

La visibilización de esta problemática se encuentra plasmada en los diferentes estudios que nos arrojan estadísticas que impulsan a construir proyectos como el que hoy nos convoca. Uno de ellos es el Observatorio de violencias de género “Ahora que, si nos ven”, en sus datos actualizados del mes de febrero 2023 nos muestra que:  desde el comienzo del corriente año se han producido 44 femicidios, 70 intentos de femicidios y 1 trans femicidio publicado en los medios de comunicación. El 64% de los femicidios fue cometido por las parejas y exparejas de las víctimas y el 68% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima. Asimismo, 7 víctimas habían realizado al menos una denuncia y 4 de ellas tenían medidas de protección. El resultado de la violencia por motivos de género, además de la vida de las víctimas, es que aproximadamente 24 niños y niñas perdieron a sus madres. A partir de estos datos dolorosos y concretos, resulta de suma importancia poder llevar adelante un plan como es el Voluntariado que se encuentre basado en la transversalidad, en el enfoque de derechos y género que despliegue medidas que ayuden a reducir la gravedad de esta problemática que nos puede afectar a todes.

Por otra parte, desde la mirada Institucional podemos ver que este proyecto propone la participación de las estudiantes de forma multidimensional, es decir, poder reconocer la problemática en la comunidad y analizar la ausencia o perfectibilidad de las políticas públicas, pero además también lograr aplicar diferentes perspectivas teóricas como son las del análisis institucional, de relaciones interjurisdiccionales e interinstitucionales y de teorías feministas.  

La participación como estudiantes de esta Universidad y de la Lic. en Trabajo Social, pero también, como integrantes y vecinos de este territorio, nos permite desde nuestra formación adquirir aprendizajes interdisciplinarios de forma práctica, a través de la planificación, la inserción, la evaluación y el diagnóstico. El padecimiento de violencia por razones de género y el elevado número de mujeres y disidencias que son atravesadas por esta problemática, visibilizan la importancia de construir espacios de contención destinados a intervenir en situaciones complejas como son la violencia hacia las mujeres y las personas LGTBIQ. Pero, además el aprendizaje que se logra en el territorio, a través del contacto directo y el abordaje con situaciones familiares o procesos comunitarios, implica también constituir un elemento formador   destinado a contribuir y lograr la resolución de un problema concreto como son las violencias que atraviesan los territorios de los que formamos parte. Es un aporte que debe realizarse de forma conjunta con la sociedad y las Instituciones del Estado, quien es el único que puede garantizar el ejercicio efectivo de los derechos.

AUTORAS: Duré Marisa, Pacheco Antonella, Payán Melendi Anahí y Soria Romina.

BIBLIOGRAFÍA

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